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MANTENIMIENTO

Las instalaciones y su equipamiento estructuran las condiciones mínimas para el desarrollo de las actividades de la Universidad; preservarlos y mantenerlos es un imperativo que conforme pasa el tiempo adquiere una mayor importancia.

Desde el inicio de la presente administración se trabajó en la aplicación de una intensa política de preservación y mantenimiento del equipo físico de la Unidad. Con ello se ha buscado cubrir, en la medida de lo posible, los rezagos que durante años se habían acumulado a consecuencia de la severa crisis económica que azotó a la Universidad.

A finales de 1990, el Consejo Académico, en la misma sesión en al que fue aprobado el presupuesto de la Unidad para 1991, conoció y aprobó por primera vez en su historia, un programa de conservación y mantenimiento de nuestro equipo e instalaciones a aplicarse en el transcurso de ese mismo año. Este programa nos ha permitido racionalizar las acciones en este rubro y hacer un uso más eficiente de los recursos con que contamos para llevar a cabo esta acción prioritaria de la Universidad.

En el periodo que se informa, se trabajó en la elaboración y formulación del programa de mantenimiento para 1992, estableciendo en él diferentes prioridades de ejecución. Este programa fue conocido por el Consejo Académico en su última sesión de 1991. Asimismo, hemos avanzado en el desarrollo de un programa de conservación y mantenimiento a mediano y largo plazo y en la aplicación de diversas estrategias, que nos permitan ofrecer un servicio preventivo y no correctivo como todavía ocurre, desgraciadamente, en un número apreciable de ocasiones.

La preservación y el mantenimiento del patrimonio universitario es una tarea que corresponde a toda la comunidad. Ante la escasez de recursos, es importante que todos nos preocupemos por cuidar y dar un uso adecuado a las instalaciones y el equipo con los que contamos. En algunos casos, como el de los vehículos y equipo de cómputo, ambos fundamentales para dar apoyo a nuestras actividades académicas, son considerables los recursos que se tienen que destinar anualmente para reparar los daños que son producto de la negligencia o del uso inadecuado.

Con relación a esto, los trabajos que realiza la comisión del Consejo Académico encargada de analizar la iniciativa del Rector de Unidad relacionada con los lineamientos para el uso de las instalaciones y servicios de cómputo de la Unidad, podrán incidir positivamente en la corrección de este problema. Asimismo, las situaciones anómalas que enfrentamos en el caso del mantenimiento y uso de los vehículos, han sido ya analizadas por una comisión de la Rectoría de la Unidad y con base en sus trabajos se pondrán en operación, en el transcurso de 1992, diversas medidas tendientes a resolver este grave problema.

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