<Página anterior - Índice - Página siguiente>

B. EL POSGRADO

El posgrado es un instrumento estratégico para la promoción de la profesionalización de nuestros profesores y también es un medio que permite a la Unidad participar en el desarrollo de la educación superior en México. Por ello es necesario realizar un esfuerzo que nos permita evaluar los programas para establecer políticas adecuadas de promoción y apoyo al posgrado.

En este sentido la experiencia de CONACYT puede ser un punto de partida para establecer politicas unitarias en esta materia. En el transcurso de 1989, la Dirección Adjunta de Formación de Recursos Humanos del CONACYT realizó dentro del programa de Fortalecimiento del Posgrado Nacional un diagnóstico delos programas de posgrado que se imparten en las diferentes Instituciones de Educación superior del país a través de comisiones formadas por miembros de la comunidad académica nacional. Esto debido a la necesidad cada vez más palpable de revisar y reorientar los criterios utilizados para decidir el otorgamiento de apoyos. En este proceso se marcaron todos los elementos que deberían intervenir para lograr programas exitosos de estudios avanzados; profesores en plena producción científica; acceso a bibliotecas, laboratorios y talleres, y participación de los estudiantes en los proyectos de sus tutores en eventos académicos en los que se presenten y evalúen sus resultados. De esta forma, se consideró que un posgrado desligado de la investigación no podría asegurar la calidad de sus egresados, ni una incorporación idónea a la actividad profesional.

El resultado del diagnóstico de CONACYT, que no incluyó a los programas de Ciencias Sociales y Humanidades, establece que en nuestro país se ofrecen 1470 programas de estudios avanzados con una población de 39,505 alumnos, atendidos por 9,852 profesores, de los cuales el 34% son de tiempo completo y medio tiempo y el resto de tiempo parcial. Los resultados mostraron los bajos índices de graduación alcanzados en la mayor parte de los programas. Algunas otras características comunes de los programas fueron: la indefinición de líneas de investigación y su desvinculación de los contenidos curriculares; el gran número de programas en una misma disciplina; bibliotecas incipientes; una infraestructura inadecuada para el desarrollo de la investigación; la baja productividad científica de algunos programas; la excesiva duración de los estudios (hasta 6 años para una maestría y 10 para un doctorado); la insuficiente e inadecuada interrelación de las instituciones más consolidadas con aquellas cuyos programas eran de reciente creación y el bajo número de investigadores de tiempo completo a cargo de los programas

Sin pretender hacer nuestra esta difícil evaluación de la situación que guarda el posgrado nacional, podemos recuperar los elementos valiosos de esta experiencia y abrir la discusión en los Consejos sobre los criterios para la definición de nuestras propias líneas de evaluación del posgrado.

Retomando la evaluación que el CONACYT hizo de nuestros programas de posgrado, podemos afirmar que contamos con 4 programas consolidados que debemos promover y mantener: Química, Física, Ingeniería Química y el Doctorado en Ciencias. Es necesario realizar un esfuerzo de consolidación en los posgrados de Matemáticas y Biología Experimental, y es urgente revisar el desarrollo de los programas de Maestría en Biología de la Reproducción Animal y el de Investigación en Salud Pública. Esto con el fin de precisar sus deficiencias y llevar a cabo acciones encaminadas a apoyar su pleno desarrollo. Cabe mencionar, que aunque no fueron evaluados los programas que imparte la División de CSH, se reconoce que dos de ellos, la Maestría en Sociología del Trabajo y el Doctorado en Ciencias Económicas son de buen nivel.

A través del Programa de Fortalecimiento del Posgrado Nacional. La Unidad obtuvo recursos adicionales por 385 millones, 134 mil pesos para dar apoyo a los programas de Química, matemáticas, Física, Ingeniería Química, Biología Experimental, Sociología del Trabajo y Economía

Debemos reconocer que en algunos de los programas de posgrado que ofrecemos estamos teniendo serios problemas para captar estudiantes y para graduarlos. En algunos otros tenemos problemas con la planta docente asociada y con la identificación de las líneas de investigación que deben dar sustento a los mismos.

<Página anterior - Índice - Página siguiente>