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V. Unidades de servicio
De acuerdo con los lineamientos de nuestro proyecto académico, la función de servicio está integrada a las prácticas y productos universitarios de docencia, investigación y difusión de la cultura. Intra y extra muros de nuestra Unidad, contamos con nueve áreas académicas en donde los servicios universitarios encuentran concreción. Estos espacios, según su adscripción a las tres divisiones son los siguientes:
Los talleres de diseño industrial y los talleres de diseño gráfico, en CYAD; los cuatro laboratorios de Diseño y Comprobación de Sistemas Estomatológicos en la comunidad (Clínicas estomatológicas), la Planta Piloto de producción de fármacos y la Unidad de Servicios de Apoyo para el Diagnóstico, en CBS, y los talleres de Comunicación Social de CSH.
En atención al propósito de conseguir que las unidades de servicio tuvieran un funcionamiento efectivo, solicité a las Divisiones elaborar un diagnóstico, proponer las reformas a que hubiere lugar y establecer un programa de trabajo viable.
Durante 1987 se desarrolló parte del trabajo de las Divisiones y el resultado constituye un avance considerable; ahora sabemos más de lo que pasa en cada unidad, y además, los miembros de la comunidad a quienes cada unidad de servicio incumbe más directamente tienen una idea más clara de su potencial y del esfuerzo que representará desarrollarlo.
En síntesis, percibimos con mayor claridad la necesidad de institucionalizar las unidades de servicio, definir sus objetivos, organización, reglamentación y atribuciones; precisar su administración, programas y requerimientos presupuestales.
Deberemos precisar qué implican los términos ' producción ' y 'servicio', definir las características de cada una de estas unidades en cuanto a los espacios que destinan a diferentes programas y aquéllos donde se elaboran productos, se da apoyo técnico o se realiza desarrollo tecnológico. Será preciso tener claro expresamente cómo se articulan estos aspectos con la investigación y la docencia.
Finalmente, habrá que diseñar las políticas de servicio en la Unidad y en cada División, para que la comunidad sepa con claridad cómo funcionan estas unidades, qué se puede esperar de ellas y bajo qué condiciones podrá tener acceso a su funcionamiento o participar en alguno de sus procesos.
En la División de Ciencias y Artes para el Diseño, hay consenso en cuanto a la necesidad de definir la función de sus áreas y su ubicación en las estructuras organizativas divisionales y de la Unidad.
Para conseguir que las unidades de producción y servicio apoyen las funciones académicas de esta División; para que haya control sobre la calidad de su producción y ésta se eleve y se vincule efectivamente con la industria mediante proyectos experimentales que se efectúen con financiamiento externo, la propia División de CAD ha planteado la necesidad de efectuar una planeación que organice y programe las actividades de cada taller.
Estos planteamientos implican resolver los problemas académico-operativos que encaran los talleres de Diseño Industrial y Diseño de la Comunicación Gráfica; problemas de desarticulación respecto de las funciones académicas, carencia de lineamientos para financiar prototipos y productos gráficos de los alumnos, falta de canales para concretar la relación Universidad-industria, falta de registro y seguimiento de los trabajos que se realizan y deficiencias respecto del registro de patentes.
En cuanto a las Unidades de Servicio de CBS, el diagnóstico sobre las Clínicas Estomatológicas en Tláhuac, Tepepan, Nativitas y Nezahualcóyotl, apunta dos tipos de problemas: conceptuales y operativos. Entre los primeros indica la ausencia de un compromiso con las comunidades respectivas y con la Universidad, y la insuficiente capacitación del personal que ocupa cargos académico-administrativos, que ha sido rebasada por las demandas que la investigación y la administración de las clínicas plantean; entre los segundos, un funcionamiento deficiente por inasistencia del personal y por una insuficiente retribución a quienes deben asistir regularmente a las clínicas.
A las Clínicas Estomatológicas, además, les falta mantenimiento, y el sistema administrativo bajo el cual operan está sujeto a acuerdos parciales y soluciones temporales, de vigencia trimestral. Bajo estas condiciones es obvio que no satisfacen las necesidades de la población, ni en calidad ni en proporción a la demanda de los pacientes. De estos problemas deriva en parte, según el diagnóstico, la pérdida de interés de los estudiantes.
La Unidad de Servicios de Apoyo para el Diagnóstico (USAD), concebida, a su vez, como unidad de apoyo a la docencia, cuenta con siete laboratorios, pero carece del personal necesario y suficiente para asegurar su funcionamiento. En el plano de la docencia únicamente apoya a la carrera de Veterinaria, lo que supone un uso intensivo de sus instalaciones entre la cuarta y la décima semanas de cada trimestre. El diagnóstico plantea la necesidad de una programación más racional.
En 1987 quedó pendiente el diagnóstico sobre la Planta Piloto, donde los profesores, técnicos, investigadores, laboratoristas y demás personal divisional deberán trazar las directrices que regirán sus trabajos.
La inquietud que produjo el primer dictamen que el CAPFCE emitió sobre las condiciones estructurales del edificio de la Planta Piloto, durante el año pasado, y que suponía un desalojo temporal para ejecutar obras de consolidación, suscitó un abierto cuestionamiento en una legitima manifestación de celo de parte de sus usuarios. Sus argumentaciones pusieron de relieve la importancia que para la Universidad tiene este centro de investigación, docencia y servicio y la necesidad de aprovechar cabalmente el potencial de sus instalaciones mediante un uso que lo vincule con las actividades, en general, que se desarrollan en la Unidad.
En torno a los talleres de comunicación de la División de Ciencias Sociales y Humanidades, el diagnóstico señala el grado de deterioro del equipo para operar medios tales como los de artes gráficas, prensa, fotografía, radio, televisión y cinematografía, y la necesidad de renovarlo. Este equipo, en general data desde la apertura de la carrera de Comunicación, salvo una parte que fue renovada en 1986.
La utilidad y el servicio que prestan los Talleres de Comunicación son grandes. Además del apoyo a la carrera, allí se pueden producir mensajes de difusión sobre el funcionamiento de la Unidad y de extensión universitaria; material didáctico y de comunicación para las tres divisiones académicas, así como material externo e interinstitucional.
De esta evaluación derivaron acciones tales como la elaboración de un Manual de servicio y funcionamiento del equipo de los talleres, para prevenir su mal uso y su pérdida, asimismo se destinaron recursos para superar las insuficiencias de personal, equipo y mantenimiento.
Por otra parte, hay espacios e instalaciones de la Unidad que no han sido considerados unidades de servicio, como el Taller de vivienda y el TICOM, donde advierto problemas potenciales que es preciso prevenir y evitar.
Respecto del Taller de vivienda, el problema radica en definir su ubicación y su estructura orgánica, aspectos que estudia la División de Ciencias y Artes para el Diseño.
Organizado antes de la aparición del Reglamento Orgánico, el TICOM demanda, a su vez, reubicación y reorganización. En el Consejo Divisional de Ciencias Sociales se presentó ya una propuesta para que el TICOM sea un área de investigación del Departamento de Educación y Comunicación. Esta propuesta está en estudio.