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VI. Planeación integral

La participación de este Consejo en los trabajos que se iniciaron en septiembre de 1987, comenzó a propiciar una alternativa de desarrollo viable para conducir a la Unidad hacia un futuro planificado.

Me refiero al trabajo de proponer estrategias para integrar el Plan de Desarrollo de la UAM-Xochimilco, que realiza una comisión del Consejo Académico, cuyo primer dictamen fue emitido en noviembre de 1987. El dictamen define un proceso de aproximación al Plan de Desarrollo mediante cuatro fases: Identificación del marco universitario, diagnóstico y pronóstico, prospectiva y propósitos y programas institucionales.

El desarrollo de estas fases nos permitirá saber, al mismo tiempo, qué tenemos y qué queremos. Sobre esta doble visión definiremos las prioridades de la Unidad y el conjunto de acciones institucionales para atenderlas.

Estamos utilizando un estilo de planeación que pretende hacer partícipes a todos los sectores de nuestra comunidad, que busca sus esfuerzos y concilia a sus intereses cuando éstos se contraponen; que abre espacios de expresión y propicia que se manifiesten quienes tienen una inquietud por conducto de los órganos colectivos y personales.

Subrayo el estilo de planeación que adoptamos porque tiene elementos innovadores que corresponden a la filosofía del Modelo Xochimilco.

Hacer la planeación de esta manera, en que el propio Consejo Académico realiza estudios, coordina, integra y toma decisiones, constituye una innovación nacional. Aseguro que no son muchas las universidades del país que cuentan actualmente con planes de desarrollo en marcha, reconocidos y aceptados por sus comunidades.

En la medida que este Consejo logre que la comunidad se exprese en foros tales como seminarios y talleres, reuniones y mesas redondas, el plan que elaboremos recogerá las inquietudes y deseos que por aproximaciones sucesivas nos conduzcan a la Universidad que queremos.

Apoyo a la planeación

Para asegurar la operación de la Unidad, durante 1987 se realizaron actividades de apoyo a la planeación institucional con el mismo espíritu participativo. La COPLADA diseñó un modelo para distribuir el presupuesto entre las Unidades y al interior de ellas, integró el presupuesto por programas y diseño un sistema de registro y seguimiento de las variables más significativas.

La Comisión de Espacios Físicos, integrada por los tres secretarios académicos de las Divisiones, más los coordinadores del TID, de la COPLADA y de Espacios Físicos, analizaron los requerimientos y las disponibilidades y propusieron la distribución de aulas para cada trimestre.

En las Divisiones se realizó un arduo esfuerzo por lograr el uso óptimo de los espacios, buscando la mejor relación de grupos/aula (Gráfica 19). Gracias a este esfuerzo, la matricula no se abatió, a pesar de las condiciones que impusieron las adecuaciones estructurales que se realizaron en los edificios durante el año.

Intercambio Académico

La colaboración interinstitucional mediante convenios específicos se incrementó significativamente. Creció cerca de un cien por ciento respecto de 1986 (Gráfica 25).

En materia de financiamiento para la investigación, durante 1987 la Unidad obtuvo el apoyo de cinco instituciones para 19 proyectos. Los recursos ejercidos que provinieron de estas fuentes ascendieron a cerca de 79 millones, aunque algunos proyectos tienen respaldo financiero para un término mayor (Apéndice V y Cuadro 9).

Fueron tramitadas 104 becas, pero sólo el 13 -el 12.5 por ciento- fueron otorgadas. Al respecto, conviene analizar y definir los criterios de la Unidad para efectuar postulaciones de manera consistente (Gráfica 26).

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