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Preservación y Difusión de la Cultura
Un tipo de actividad fructífero en 1988, difícilmente clasificable en un solo apartado porque implica a la docencia, la investigación y la extensión universitaria fue el de los programas de cortísimo plazo.
Tienen elementos de docencia en tanto que consideraron la participación de los alumnos y sirvieron de refuerzo en la obtención del conocimiento; estuvieron organizados por investigadores y reflejaron su trabajo; por otro lado fueron indudablemente actividades de extensión universitaria, si consideramos que se trató de cursos convocados y abiertos a la participación del público en general. Es decir, se trata del tipo de actividad, aunque efímera, donde se cumplen objetivos universitarios fundamentales.
El número de reuniones, conferencias, exposiciones, seminarios de alto nivel fue grande y trascendente en el avance del conocimiento en distintas áreas. El impacto nacional que alcanzaron algunos eventos fue considerable.
Las tres divisiones llevaron a efecto cursos adscritos a Programas de Educación Continua. Se trató de programas intensivos, de algunos días o alo sumo, de dos meses. En muchos casos intervinieron profesores del extranjero o de otras instituciones en el país, quienes impusieron un alto nivel de discusión y produjeron documentos sustanciosos que todavía generan publicaciones en función de su contenido; textos comparables a la mejor producción de cualquier institución nacional durante el año.
Estos resultados nos hacen ver con optimismo la posibilidad de continuar con más programas toda vez que los formulemos en torno a temas trascendentes.
II Congreso
Como ya lo mencioné al referirme al tema de investigación, se llevó a efecto un segundo Congreso de Investigación a nivel de la Unidad, y si bien no podemos hablar de éxito y participación grandes, disponemos de una memoria que da cuenta de los avances en los distintos campos de la investigación y pudiéramos decir que hubo una difusión general.
La evaluación de resultados nos proporciona distintas explicaciones: el Congreso fue programado en un intertrimestre, época que lamentablemente algunos profesores consideran vacaciones, asisten poco a la Unidad y afectan la concurrencia a cualquier evento; nos faltaron organización, mesas configuradas claramente, promoción intensiva, contacto directo con los departamentos y las áreas, y capacidad para exhortar a los investigadores.
Otras explicaciones nos sugieren variar la concepción de este Congreso: según parece, el espacio no resulta atractivo; los expertos en la materia esperan obtener una realimentación profunda y consideran que un congreso abierto, con tantos temas y una audiencia tan general no los estimula ni tiene funciones más allá de la información generalizada. Necesitan confrontarse con sus pares.
Un nuevo congreso en la Unidad deberá obedecer a una concepción radicalmente distinta, contar con mayores investigadores y ser un espacio más atractivo para la presentación de trabajos. Probablemente, con la participación de expertos de otras instituciones y otro tipo de actividades.
Ello supondría cambiar la idea de un congreso de Unidad por actividades de las distintas áreas de investigación que no forzosamente ocurran en un solo espacio; concebir éste como un momento terminal, tal vez más breve, de esa serie de actividades a otra escala, en cada uno de los departamentos y las áreas donde se llegue a una selección y se busque una confrontación externa de la producción más relevante de la Unidad.
Otra variante pudiera ser el congreso anunciado con mayor antelación e invitar a gente externa; no sólo investigadores, sino también potenciales usuarios de los resultados de la investigación, para que conozcan el grado de avance. Supondría invitar a actos específicos del congreso a integrantes de otras instituciones, en algunos casos; de áreas productivas en otros. Tal vez ese público sea atractivo a la exposición de los investigadores.
Un balance general de nuestra experiencia en este tipo de eventos para difundir, conocer, analizar y confrontar el trabajo de investigación nos revela sus efectos positivos. La comparación de la práctica previa al primer congreso y posterior al segundo permite afirmar que nos han enriquecido. Por primera vez se organizaron congresos departamentales en la Universidad que empiezan a desempeñar un papel muy serio al revelar tendencias en el estudio de diferentes materias; generan tradiciones de balance, hacen un corte en el quehacer departamental y confrontan avances entre los propios miembros de los equipos de investigación. Han despertado gran interés y tienen éxito.
Debemos precisar las formas más convenientes para que tal práctica tenga el mejor pronóstico.
Otro tipo de actividad de extensión universitaria cuya esencia es la investigación, en unos casos, y la docencia en otros es aquella donde los académicos participan a título individual o colectivo, pero con el respaldo de la Universidad y en reconocimiento a su prestigio, para dar asesoría y apoyo a programas de otras instituciones.
Se trata de un número grande de proyectos académicos, donde los docentes e investigadores de Xochimilco realizan trabajo de campo, apoyan a sociales en la confrontación de problemas o se integran con otros investigadores en planes interinstitucionales. En ocasiones desarrollan programas; en otras, desempeñan responsabilidades de conducción y de organización.
Algunos ejemplos de esta actividad con el programa de Investigación para Acuacultura Continental, apoyado por la Secretaria de Pesca y el Instituto Nacional de Pesca, en que participan varias instituciones, y que preside una profesora de Xochimilco; la maestría en Desarrollo Agropecuario que forma parte del programa académico de la Universidad de Colima y fue respaldado por un grupo de cinco profesores de alto nivel, miembros de la Unidad Xochimilco.
Igualmente, el personal académico de la Unidad ha asesorado a la Universidad de Zacatecas en varios campos, en salud, con mayor frecuencia. De esta manera intervinieron en el diseño de las maestrías de Reproducción Animal y en Enfermería. También en un programa sobre la especialidad en docencia.
Un apoyo semejante fue proporcionado a la Universidad de Tabasco cuando llevó a efecto la reestructuración de sus planes y programas para la educación agropecuaria.
Estas actividades son una expresión de la forma en que se concibe en Xochimilco la extensión y la difusión del quehacer universitario.
En materia de actividades culturales mejoró la formalidad de los eventos. Uno de los avances más importantes ha consistido en cambiar gradualmente la concepción tradicional de extensión y difusión de la cultura al convertirla en una función de la Universidad orientada no únicamente hacia la comunidad en términos más amplios.
Gracias al apoyo de organismos y de grupos culturales y artísticos, la Unidad presentó programas que suscitaron gran interés. Promovimos una gran variedad de ellos, cada vez de mayor calidad.
Hemos ido sustituyendo los concursos de aficionados y el rock elemental por actividades que empiezan a tener un público comparable con aquellas otras, pero con un sentido cultural mejor definido hacia el aporte de un grado de formación. También tuvieron mayor relación con la docencia. A solicitud de carreras específicas se organizaron ciclos de cine y de conferencias, en particular, del Tronco Interdivisional.
Las actividades teatrales adquirieron gran relevancia. Las exposiciones de pintura que promovemos ganan presencia en la Galería Metropolitana y en la Unidad tienden a volverse permanentes mediante un esfuerzo por que sea cada vez mayor su calidad y su frecuencia, sin abatir el nivel de los eventos.
Como ejemplos destacan el concierto que se llevó a cabo con motivo del XIV Aniversario de la Universidad; el concierto que se realizó en Tepoztlán como parte de un curso realizado en el convento del lugar, o la participación de artistas como Luisa Durón o el cuarteto de cuerdas de la Filarmónica de la Ciudad de México en nuestra Unidad.
El programa editorial dejó de ser esfuerzo excepcional de un momento, difícil de mantener, y es ya un logro sostenido, permanente, que tiene visos de madurez; pues representa una capacidad instalada y una producción propia de los profesores de la Universidad que mantiene un ritmo constante de publicaciones de calidad.
El Comité responsable continuó este trabajo con una eficiencia y agilidad que en el campo editorial es digna de mención. En consecuencia, la Unidad ya estableció un mecanismo para publicar sistemáticamente, con un incremento razonable ediciones, lo cual supone haber superado la etapa de vaciar los cajones de textos que la gente guardaba; etapa que lleva a un descenso de la producción. Se editaba la producción reciente de los investigadores y eso es muy importante.
Dimos preferencia a las coediciones, no únicamente para reducir costos y en consecuencia, aumentar el número de títulos producidos, sino también para superar los actuales obstáculos de distribución. En la medida que trabajamos con editoriales externas a la Universidad, las posibilidades de comercialización son más fáciles y nuestros libros llegan a más gente, que es el objetivo en última instancia.
Este logro no caracteriza únicamente al Comité Editorial de la Unidad, sino a la actividad editorial de las divisiones y a sus publicaciones periódicas, como Argumentos, que en año y medio ha publicado cinco números de calidad uniforme, a Salud problema y Periodística en Salud, publicaciones de las cuales aparecieron dos y doce números, respectivamente, y Diseño UAM, revista que aparece en coedición con la UAM Azcapotzalco, que publicó dos números en el año.