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Nuestra Universidad está basada en el modelo de profesor investigador de tiempo completo. Detrás de ese modelo está presente la convicción de que la investigación de alto nivel es la mejor vía para que la Institución, a través de su comunidad de profesores, logre dar la mejor formación posible a sus estudiantes. Se trata de que la vinculación de las labores de docencia con las de investigación sea más estrecha. Por supuesto que muchos de nuestros estudiantes no son futuros investigadores, pero su contacto con quienes buscan nuevos conocimientos, con quienes mantienen actitudes inquisitivas y creativas da, según nuestro modelo universitario, mejores capacidades a nuestros alumnos. Así, aunque se reconoce la importancia de la labor que realizan los profesores de tiempo parcial y de medio tiempo en la transmisión de experiencias obtenidas en el ámbito profesional, se considera que es en la comunidad de profesores que han decidido dedicarse a la carrera académica dentro de la Institución, en la que descansan fundamentalmente las funciones sustantivas de la misma. De ahí que nuestra Universidad haya hecho un gran esfuerzo en la habilitación de su personal académico y en el fortalecimiento de sus áreas de investigación.
Como se mencionó en el informe correspondiente a 1998, la planta académica de la Unidad – contrato definitivo – había venido mostrando en los últimos años una tendencia a la compactación. En 1995 contábamos con 980 profesores con contrato definitivo, mientras que hacia final de 1998, como resultado de las fusiones de plazas determinadas en los Consejos Divisionales, sólo teníamos 927. el resultado fue una reducción relativamente drástica en el número de profesores de tiempo parcial y medio tiempo. Los números más recientes nos muestran que esa tendencia se ha detenido, pues al final de l2000 contábamos con 925 profesores con contrato definitivo. Tenemos ahora una planta de profesores estable en la que se nota una reducción lenta pero paulatina del personal de medio tiempo; únicamente quedan 25 profesores con ese nombramiento. La estabilidad de la planta académica no es sólo numérica, muestra además muy poco recambio, un problema que la Institución deberá enfrentar con firmeza en los próximos años.
En el informe del año 1998 destacamos la tendencia hacia la promoción a la categoría de Titular de nuestros profesores. Esa tendencia es similar en el conjunto de la Universidad. En 1998 teníamos 783 profesores de tiempo completo, de los cuales 89 eran Asociados y solamente 5 Asistentes. En el año 2000 tuvimos 785 profesores de tiempo completo: 615 Titulares, 66 Asociados y 4 Asistentes. Es muy importante insistir en que esa distribución no corresponde debidamente con la mayoría de los indicadores de la habilitación y de la producción académica, por lo que la Universidad debe definir mejor el modelo de carrera académica que desea impulsar.
Desde su fundación la UAM Iztapalapa desarrolló un esfuerzo muy importante para mejorar la habilitación de sus profesores a través de la realización de estudios de postgrado. Hoy podemos ver con satisfacción que la Unidad ha continuado ese esfuerzo y tiene cifras muy destacadas respecto al conjunto de la Institución y desde luego, al promedio nacional. Al final de 1998 había 342 profesores con Doctorado en la Unidad Iztapalapa, 271 tenían únicamente el grado de Maestría y 170 sólo el de Licenciatura. Las cifras de ese año indicaron que el grado académico preponderante para el conjunto de los profesores de tiempo completo de la Unidad era el de Doctor. Así, el número total de profesores con contrato definitivo de tiempo completo que alcanzó el grado de doctor pasó de 261 en 1995 a 342 en 1998 y a 369 en el 2000. las cifras nos muestran que la Unidad está cada vez más cerca de que el 80% de sus profesores definitivos de tiempo completo tengan estudios de postgrado. Es conveniente recordar que el promedio nacional es inferior al 30%. Por otra parte, el número de profesores que poseen únicamente la Licenciatura se ha mantenido constante mostrando muy poco dinamismo hacia su posible habilitación mediante los estudios de postgrado. Esto implica que hay un grupo numeroso que por razones diversas ha optado por permanecer con el nivel de licenciatura.
En formas diversas, las tres divisiones académicas de la Unidad han realizado a lo largo de los años, esfuerzos muy importantes para lograr la habilitación de sus cuerpos académicos a través de la realización de estudios de postgrado. Es notable el gran número de profesores que comprendieron su importancia y se involucraron voluntariamente en esos esfuerzos, a pesar de las enormes cargas personales e institucionales que esto ha implicado. La Unidad Iztapalapa muestra hoy señales claras de que ese proceso formativo está avanzado y de que, puesto que muchos profesores terminaron ya esa etapa, el número de profesores que están haciendo estudios de postgrado se está reduciendo paulatinamente. En el año de 1995 había 277 profesores cursando estudios de postgrado, mientras que en 1998 sólo 231 estaban en esa situación. Al término del 2000, 208 profesores estaban haciendo algún postgrado, la mayoría a nivel doctoral.
El sistema de becas que otorga la Universidad a través de los Consejos Divisionales ha sido un elemento importante para lograr la habilitación de los profesores. Es interesante comparar las cifras relativas al número de profesores que recibían la beca en los años de 1995 y 1998, que fueron 57 y 32, respectivamente, con las 25 vigentes en el año 2000. hay que mencionar aquí el enorme esfuerzo que ha significado para las divisiones el otorgamiento de esas becas a costa de tener restricciones presupuestales importantes, durante años, en otros rubros. Esto ha sido un resultado muy notable de los procesos de planeación participativa que se iniciaron en 1992 y de la madurez y visión de futuro conseguida por la comunidad académica de la Unidad. Es natural que, en la medida en que la Unidad Iztapalapa avanza en la habilitación de sus profesores, un número cada vez menor de ellos requiere el apoyo del sistema de becas.
La pertenencia de los profesores de nuestra comunidad al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) es también un indicador importante de su habilitación y de su actividad de investigación. El hecho de que además se trata de una evaluación voluntaria y externa, le da características muy especiales. Un análisis de las cifras de años anteriores nos muestra una tendencia de crecimiento sostenido. Al final de 1998, la Unidad Iztapalapa tenía 214 profesores con el nombramiento de Investigador Nacional y 50 con el de Candidato a Investigador. El número de profesores con nombramiento de Investigador Nacional, pasó en dos años de 214 a 270. como es natural, parte del crecimiento se debió a la promoción de algunos Candidatos a Investigador a la categoría superior, pero también fue importante la incorporación directa de profesores como Investigadores Nacionales pues el número de candidatos a Investigador se ha mantenido prácticamente constante. Al final del 2000 la Unidad contaba con 326 miembros del SNI.
La consolidación de sus cuerpos académicos es algo esencial para nuestra Institución. Para que la comunidad de profesores sea capaza de hacer simultáneamente labores de docencia e investigación con calidad y pertinencia, es necesaria, no sólo la habilitación individual de sus miembros, sino la estructuración de una vinculación estrecha con los pares académicos de esa comunidad en otras instituciones del ámbito nacional e internacional y con la sociedad en general. Las Políticas Operacionales de Apoyo y Fomento a las Áreas de Investigación proporcionan un marco orientador para el desarrollo de los cuerpos académicos de la Institución. Dentro de ese marco se crearon los programas de reincorporación de profesores que concluyeron sus estudios de doctorado y el programa de estancias de investigación en año o período sabático. El primero de estos programas pretende hacer más fácil y productiva la reincorporación de aquellos que, habiendo tenido éxito en la terminación de sus estudios doctorales, regresan al trabajo dentro de nuestra Universidad. Durante el período de este informe, 12 profesores recibieron apoyos para realizar su reincorporación. El segundo programa, el que pretende apoyar la actualización de los profesores a través de estancias de investigación en año o periodo sabático, se ha visto frenado drásticamente por insuficiencia de recursos económicos. En el año de 1999, solamente 2 profesores recibieron apoyos económicos para realizar sus estancias sabáticas y ninguno pudo ser apoyado en el 2000.
Otro instrumento que permite impulsar la consolidación de los cuerpos académicos de la Universidad es el programa de apoyo a las Áreas de Investigación en Proceso de consolidación. Su primer objetivo es el de fomentar la planeación en las Áreas y en los Departamentos. De esta manera, las áreas pueden conocer mejor sus metas y así vincular y coordinar mejor las actividades de sus miembros. Los departamentos por su parte, pueden identificar los distintos niveles de desarrollo en su interior y tratar de estimular aquellas áreas de investigación que muestran un buen potencial, pero que requieren de apoyos adicionales para completar su consolidación. Durante los años de 1999 y 2000 se continuó el apoyo que, por tres años, se había otorgado anteriormente a las áreas de Investigación de:
· Biofisicoquímica (Departamento de Química)
· Biología Celular (Departamento de Ciencias de la Salud)
· Psicología Política e Identidades ( Departamento de Sociología)
· Estudios Rurales y Urbanos (Departamento de Sociología)
· Modelación de Sistemas en Economía y Administración (Departamento de Economía)
· Procesamiento Digital de Señales e Imágenes Biomédicas (Departamento de Ingeniería Eléctrica)
· Planeación Estratégica de las Empresas (Departamento de Economía)
· Historia Comparada y Regional (Departamento de Filosofía)
· Alimentos (Departamento de Biotecnología)
· Investigación Médica (Departamento de Ciencias de la Salud)
Debido a las restricciones presupuestales existentes, no se han incorporado nuevas áreas a este programa desde 1998.
Originalmente planteado como instrumento para fomentar la permanencia de los profesores en la Institución, el Premio a las Áreas de Investigación es también un instrumento de apoyo a los cuerpos académicos que han logrado un avance importante en su desarrollo. En el año de 1999, el Consejo Académico, a propuesta de los Consejos Divisionales, otorgó este premio a las áreas de investigación siguientes:
· Bioquímica de Macromoléculas (Departamento de Biotecnología)
· Polímeros (Departamento de Física)
· Zoología (Departamento de Biología
En forma similar, las áreas premiadas en el año 2000 fueron:
· Microbiología (Departamento de Biotecnología)
· Relaciones Económicas (Departamento de Antropología)
· Teoría Económica (Departamento de Economía)
Los Programas de Investigación Multidisciplinaria han impulsado la colaboración entre grupos de investigación de diferentes divisiones de la Unidad. Tienen como objetivo el aprovechar esa colaboración para ayudar a resolver problemas de interés nacional que por su alto grado de complejidad requieren del concurso de expertos de diferentes áreas del conocimiento. En 1992 el Consejo Académico de la Unidad aprobó las Políticas Operativas para el desarrollo de los Programas de Investigación Multidisciplinaria. Desde entonces se han venido apoyando un número importante de proyectos, de acuerdo con las temáticas aprobadas pro el propio Consejo. Los proyectos apoyados en 1999 – 2000, que fueron continuaciones de los aprobados en años anteriores, pues se otorgan recursos por tres años, aparecen en el Anexo Estadístico. En el año de 1998 el Consejo Académico inició un proceso para recibir nuevas temáticas de investigación multidisciplinaria de interés para la comunidad académica de la Unidad. Ese proceso nos permitió determinar aquellos proyectos que deberían ser apoyados por tres años de conformidad con las Políticas Operativas del Consejo Académico. Se aprobaron los tres proyectos siguientes:
· Caracterización bioquímica y localización dinámica de una proteína espermática de 55kDa durante la capacitación (CBI y CBS)
· Estudios de tratabilidad para la remediación de suelos intemperizados contaminados con hidrocarburos (CBI y CBS)
· Evaluación crítica y ética de la conservación y restauración ecológicas (CBI, CBS y CSH)
El apoyo económico se inició en 1999 y terminará en 2001.