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IV. DOCENCIA
La más importante dimensión de las políticas de fortalecimiento académico de la Universidad
se encuentran en la actividad docente. Sobre la base de una creciente habilitación académica del
profesorado, se ha realizado una intensa labor de revisión y actualización de los planes y programas
de estudio, a fin de mantener la capacidad institucional de formación profesional actualizada y con un perfil
acorde con las exigencias del mercado de trabajo.
A lo largo de la presente administración, se han realizado adecuaciones
y modificaciones a casi todos los planes y programas de estudio a nivel licenciatura. En 1996 se realizaron adecuaciones
a los planes y programas de estudio de las licenciaturas en Ingeniería en Ambiental, Civil, Electrónica,
Eléctrica, Física, Industrial, Mecánica, Metalúrgica y Química, que se ofrecen
en la división de CBI-Azcapotzalco; a la licenciatura en Economía que imparte la división
de CSH-Azcapotzalco, a las licenciaturas de Biología y Biología Experimental que se ofrecen en la
división de CBS-Iztapalapa y a las licenciaturas en Lingüística, Sociología y Economía
que imparte la división de CSH-Iztapalapa.
Durante 1996 se analizaron los resultados de un importante estudio sobre el desempeño en el mercado de trabajo
de nuestros egresados, de las generaciones de 1989, 90 y 91, de cada una de las cincuenta y ocho licenciaturas
que se ofrecen en la UAM.
Algunos de los datos más importantes de este estudio son los siguientes: más del 88 por ciento de
nuestros egresados tiene un lugar en el mercado de trabajo, de ellos, cerca del 80% ejerce su profesión
en el empleo, y un 7.4% realiza estudios, mayoritariamente a nivel posgrado, o desarrolla otra actividad.
Con ello queda demostrado una vez más que la UAM cumple eficazmente con su principal compromiso con los
jóvenes mexicanos. La mayor parte de nuestros egresados trabajan, y al titularse en la Universidad han logrado
mejores posiciones en la jerarquía laboral.
De la investigación sobre los egresados se desprende un dato significativo: hace casi 10 años, en
un trabajo similar, se observaba que la mitad de los egresados trabajaba en el sector público y la otra
mitad en el privado. Hoy, la proporción es de un 37.7% en el sector público y un 62.3% en el sector
privado, donde un porcentaje significativo, el 23%, ha creado su propia empresa.
Esta nueva proporción nos remite a la flexibilidad de los perfiles profesionales de nuestros egresados,
que tienen una amplia capacidad de respuesta ante condiciones cambiantes de la economía.
Finalmente, si se observa la movilidad de los egresados en el mercado laboral, podrá notarse un camino ascendente,
lo que indica que poseen una formación profesional a un tiempo sólida y flexible que les permite
proyectarse en el ámbito de su elección.
Estos datos, además de ser muy favorables para la Institución, han servido para llevar a cabo, sobre
bases más sólidas, la revisión de los planes y programas de estudio a nivel licenciatura que
ofrece la Universidad y así adaptar sus perfiles a las nuevas características del desarrollo de las
profesiones.
Las actividades de mejoramiento de la docencia que se han desarrollado como parte de una estrategia Institucional,
han empezado a ofrecer sus primeros resultados. Entre ellos sobresale el incremento en la titulación de
los egresados a nivel licenciatura: 3,309 en 1993; 3,240 en 1994; 3,978 en 1995 y 4,002 en 1996.
Por una parte, los programas institucionales orientados a mejorar la docencia y por la otra, el compromiso, cada
vez mayor, de los estudiantes con su preparación profesional, se han reflejado en un mejor desempeño
escolar durante los estudios. Esto nos ha permitido ampliar la oferta de la Universidad.
En los dos procesos de admisión correspondientes al año de 1996, ingresaron 4741 alumnos en el trimestre
de primavera y 5777 en el trimestre de otoño. Del total de los alumnos, el 26.7%, se inscribió en
alguna de las licenciaturas que se imparten en las divisiones de CBI, el 34.4% a los programas que se ofrecen en
las divisiones de CSH, el 26% a CBS y el 12.9% a CAD.
Cabe señalar que la admisión de alumnos en 1996 fue superior en un 8.3% a la de 1995 y la admisión
de otoño fue mayor en un 22% a la de primavera. De esta forma 1996 es el año de mayor admisión
de alumnos desde 1994. Todo ello busca contribuir a la satisfacción de la creciente demanda de estudios
superiores que se presenta en la Ciudad de México y su zona metropolitana, de acuerdo a la capacidad instalada
de nuestra casa de estudios. Sin embargo, el reto no es sólo aceptar más alumnos sino mantener y
acrecentar la calidad de los servicios que les ofrece la Universidad.
Es importante hacer notar que la demanda de estudios superiores se encuentra concentrada en unos cuantos programas
de licenciatura. De hecho, en el último proceso de selección, el 77% de los aspirantes solicitaron
ingreso en 10 programas (administración, derecho, economía, comunicación social, medicina,
estomatología, computación, electrónica, arquitectura y diseño de la comunicación
gráfica), mientras que el 23% restante lo solicitó en otros 36 programas, lo que genera el peligro
de que el país no cuente con los profesionales necesarios para sustentar su desarrollo en el futuro.
La diversidad de las escuelas de procedencia del nuevo alumnado demuestra que la UAM se ha convertido para muchos
aspirantes egresados de los sistemas de educación media superior, tanto públicos como privados del
Distrito Federal y su zona metropolitana, en una primera opción para cursar programas de licenciatura. Además,
un porcentaje creciente proviene de instituciones educativas incorporadas a las Universidades Estatales, lo cual
refuerza el hecho de que el prestigio de la UAM ha trascendido ya hasta las entidades federativas.
Con el ingreso de nuevos estudiantes, la Universidad registro en el trimestre de otoño se 1996, una matrícula
de alumnos inscritos al nivel de licenciatura de 14,688 alumnos en la Unidad Azcapotzalco, 12,617 en la Unidad
Iztapalapa y 12,879 en la Unidad Xochimilco.
Es relevante mencionar que el número de alumnos activos en la Universidad con los mismos derechos que los
alumnos inscritos, de acuerdo a la legislación vigente, es mayor a las cifras mencionadas en efecto, debemos
considerar que el número de alumnos de licenciatura, activos en un trimestre dado, corresponde a la suma
de los alumnos inscritos en los diferentes programas de licenciatura y de todos aquéllos que aún
cuando no se encuentren inscritos en el trimestre de referencia mantienen su calidad de alumnos al no haber sido
dados de baja por cuestiones reglamentarias.
En efecto con los registros de la Dirección de Sistemas Escolares, revelan que el número de alumnos
activos a nivel licenciatura fue de 46,200 en el trimestre de otoño de 1996, de los cuales el 37.8% corresponde
a la Unidad Azcapotzalco, el 31.0% a la Unidad Iztapalapa y el 31.2% a la Unidad Xochimilco.
En el año de 1996, 279 alumnos que habían sido dados de baja por exceder el plazo de diez años
para cursar el programa de estudios, recuperaron la calidad de alumno por los procedimientos establecidos en la
legislación; 114 en la Unidad Azcapotzalco, 144 en la Unidad Iztapalapa y 21 en la Unidad Xochimilco.
En el periodo que se informa, un total de 4,002 estudiantes obtuvieron el título de licenciatura. De ellos,
el 34.5% egresó de la Unidad Azcapotzalco, el 22.8% de la Unidad Iztapalapa y el 42.7% de la Unidad Xochimilco.
La titulación por cada Unidad y sus divisiones se registró de la manera siguiente: en la Unidad Azcapotzalco,
el 26.1% correspondió a la división de Ciencias y Artes para el Diseño, el 30.2% a la de Ciencias
Básicas e Ingeniería y el 43.7% a la de Ciencias Sociales y Humanidades.
En la Unidad Iztapalapa, el porcentaje más alto de titulación correspondió a la división
de Ciencias Sociales y Humanidades con un 52.1%. Le siguió la división de Ciencias Básicas
e Ingeniería con un 26% y por último con un 21.9% la división de Ciencias Biológicas
y de la Salud.
En la Unidad Xochimilco, el 18% correspondió a la división de Ciencias y Artes para el Diseño,
el 44.4% a la división de Ciencias Biológicas y de la Salud y el 37.6% a la división de Ciencias
Sociales y Humanidades.
Una de las líneas estratégicas de acción, puesta en marcha en los últimos años,
ha sido la expansión y el fortalecimiento de nuestros posgrados. La calidad e importancia de la investigación
que se realiza en las Unidades y divisiones y la mejora del perfil académico de los profesores, ha permitido
abrir nuevos programas de especialización, maestría y doctorado.
Durante la actual administración, se han creado trece nuevos programas de posgrado. En 1996 el Colegio Académico
aprobó la creación del Doctorado en Biotecnología y de la Maestría y el Doctorado en
Humanidades que se ofrecen en la Unidad Iztapalapa, asi como la Especialización y la Maestría en
Población y Salud que se imparten en la Unidad Xochimilco.
Con estos nuevos programas la Universidad cuenta ahora con 44 posgrados, de los cuales, 8 son especializaciones,
27 maestrías y 9 doctorados. Es necesario señalar que al tiempo que se han abierto nuevos programas,
el Colegio Académico decidió la cancelación del programa de Maestría en Salud Pública
que se impartía en la Unidad Iztapalapa. Esto es el resultado de la voluntad de la Universidad de mantener
sólo aquellos programas que estén sustentados en la calidad de los profesores que lo imparten y en
la capacidad de la infraestructura disponible.
En el periodo que se informa se realizaron adecuaciones a los planes y programas de estudio de la Maestría
en Ciencias de la Computación, de la Especialización en Literatura Mexicana del Siglo XX, de la Maestría
en Sociología del Trabajo y de la Especialización, Maestría y Doctorado en Ciencias Antropológicas.
También se realizaron adecuaciones al plan de estudio de la Maestría en Historiografía de
México y de la Maestría en Biología Experimental.
En la actualidad, 27 de los programas de maestría y doctorado que ofrece la UAM figuran en el padrón
de excelencia del CONACyT. La pertenencia a este padrón ha permitido obtener importantes apoyos por parte
de esa Institución en becas para los alumnos de posgrado inscritos en los programas incorporados en el padrón.
En 1996, 524 alumnos gozaron de la beca que otorga el CONACyT para llevar a cabo sus estudios de posgrado en la
Universidad.
Es necesario destacar que la Universidad está haciendo un esfuerzo para transformar el perfil de los programas
de posgrado que imparte, basado en una política que enfatiza la mejor formación académica
y que desestimula la escolarización de los planes de estudio.
En este sentido los nuevos programas que se han diseñado en la Universidad buscan una mayor articulación
entre los niveles de maestría y doctorado, eliminan prácticas innecesarias y repetitivas en la conformación
de la curricula y avanzan en la formulación de perfiles más orientados a las tareas de investigación.
Con el ingreso de nuevos alumnos al posgrado, la población estudiantil en este nivel, correspondiente al
trimestre de otoño de 1996, alcanzó la cifra de 1,015 alumnos inscritos. El 19% cursa algunos de
los programas que imparte la Unidad Azcapotzalco, el 53% en los que ofrece la Unidad Iztapalapa y el 28% en la
Unidad Xochimilco.
De los alumnos de posgrado, 359 (35%) se encuentran inscritos en los programas de doctorado que se imparten, 610
(60%) en los de maestría y 46 (5%) en los de especialización. En el periodo que se informa, 3 alumnos
obtuvieron el grado de doctor, 67 el de maestría y 25 el de especialización.
Para el desarrollo futuro de nuestra casa de estudios, es importante reconocer el papel que puede jugar la UAM
en los procesos de formación del personal académico de otras Instituciones de Educación Superior
y centros de investigación del país. Para ello, es necesario pensar en nuevos esquemas para el diseño
de los programas de estudio, para la generación de una oferta más amplia y flexible que sea capaz
de atender las complejas necesidades del sistema, y en nuevos mecanismos de colaboración e intercambio que
sean más sólidos y eficaces.
En estas tareas, el uso de nuevas tecnologías y la participación de diversos tipos de Instituciones
nacionales y extranjeras habrán de servir para el cumplimiento de objetivos más ambiciosos.
Un elemento importante de la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje en la Institución,
ha sido, desde hace varios años, el concurso para la elaboración de libros de texto que apoyan directamente
la impartición de nuestros planes y programas de estudio.
Hoy, la colección de libros de texto para la docencia universitaria tiene importancia tanto por el número
de sus títulos como por la calidad de sus materiales. En 1996 se editaron 21 títulos que fueron seleccionados
por la calidad de su contenido, características pedagógicas y atención a las necesidades de
la licenciatura o el posgrado en cuestión; éstos aunados a los publicados en años pasados
suman ya 93. Además, se encuentran en proceso de edición 27 títulos, lo que nos permitirá
contar con una colección de 120 libros de texto, a principios de 1997.
Estos libros han resultado ser una contribución significativa a la educación superior del país,
por la calidad y pertinencia de su contenido, además de ser una herramienta importante para el trabajo docente
en las aulas de la Institución.
Junto con los libros de texto adecuados, los estudiantes requieren de servicios bibliotecarios de la mayor calidad.
La Biblioteca es un espacio fundamental para el desarrollo de las actividades docentes, de investigación
y de difusión de la cultura; por ello se ha dicho que este espacio es el corazón de la Universidad.
En este ambito se ha hecho un esfuerzo sin precedentes, a lo largo de esta administración, para incrementar
los acervos de las tres bibliotecas, a través del programa de "Fortalecimiento de los Acervos Bibliográficos",
que se puso en operación a principios de 1994.
Con la puesta en marcha de este programa se han logrado adquirir 151,252 volúmenes en tres años.
Durante 1996 se adquirieron 69,929 volúmenes (30,355 en la Unidad Azcapotzalco, 29,374 en la Unidad Iztapalapa
y 10,200 en la Unidad Xochimilco), los que aunados a los acervos ya existentes nos permiten ofrecer hoy a la comunidad
más de 800,000 materiales de consulta.
De este modo la Universidad se aproxima a cumplir la meta de contar con un acervo global de más de un millón
de volúmenes al inicio del año 2000.
Cabe resaltar que la Universidad destinó recursos por un total de veinticuatro millones ochocientos ochenta
y nueve mil pesos para la adquisición de material bibliográfico durante 1996.
El número de préstamos en sala en las tres bibliotecas se incrementó de 2'066,286 en 1994
a 3'701,509 en 1995 y a 4'547,885 en 1996. Asimismo, el número de préstamos a domicilio creció
de 1'512,023 en 1994 a 1'654,933 en 1995 y a 1'730,787 en 1996.
Un aspecto que tiene cada vez mayor importancia en la formación profesional de los estudiantes es el aprendizaje
de las lenguas extranjeras, en especial del idioma inglés.
Para fortalecer la capacidad de la Universidad en la enseñanza de los idiomas se establecio el programa
de "Fortalecimiento de la enseñanza de las lenguas extranjeras" que tiene como objetivo ampliar
y modernizar las instalaciones y la infraestructura de apoyo al desarrollo de estas actividades en las tres Unidades.
Por lo alcanzado a lo largo del año que se informa, en el transcurso de 1997 pondremos en operación
más laboratorios de idiomas equipados con la más moderna tecnología, lo que se suma a las
aulas y cubículos en donde los profesores realizan sus labores docentes.
Es necesario destacar que el dominio de una lengua extranjera tiene cada vez más importancia para el desarrollo
personal y profesional de nuestros estudiantes. Es por ello que el reforzamiento de la infraestructura disponible
para la enseñanza de los idiomas debe verse acompañado por medidas docentes que apoyen el aprendizaje
de las lenguas, a la vez que se amplía el ámbito del trabajo en las aulas y los laboratorios, con
el uso de materiales bibliográficos y documentales publicados en idioma extranjero.
Se ha hecho también un esfuerzo sin precedentes por ampliar y modernizar el equipamiento e instalaciones
de los laboratorios, talleres, plantas piloto y centros de cómputo para la docencia, así como la
infraestructura de las aulas. En 1996 se destinaron más de un millón quinientos mil pesos para la
modernización de las aulas y más de nueve millones de pesos para la adquisición de nuevos
equipos para la docencia.
Se adquirieron también 780 computadoras pentium de 100 Mhz, para uso exclusivo de los alumnos, por un monto
mayor a los trece millones de pesos, con lo cual se logró sustituir casi en su totalidad las computadoras
más obsoletas e incrementar la cantidad de equipos disponibles, de 450 máquinas instaladas en 1993,
a casi 1,200 en 1996, todas ellas equipadas con la más moderna tecnología.
A diario los tres centros de cómputo para uso exclusivo de los alumnos atienden más de 9,400 usuarios,
en un horario tan amplio que inicia en las tres Unidades a las 8:30 horas y termina hasta las 20:30 en el caso
de la Unidad Xochimilco, o bien hasta las 23:30 horas en la Unidad Azcapotzalco y hasta las 3:00 de la mañana
en la Unidad Iztapalapa.
Es necesario señalar que la Institución ha puesto particular atención en mantener actualizados
el equipo y la paquetería de cómputo de acuerdo con los avances tecnológicos que aceleradamente
ocurren en este campo.
La ampliación de los espacios de cómputo para uso exclusivo de los alumnos y la apertura de las salas
de consulta a Internet en las tres Unidades tiene especial importancia para el mejoramiento de la calidad de la
docencia. El uso de la informática está abriendo nuevos campos al desarrollo de métodos avanzados
de la enseñanza.
Resulta también importante el uso de la red y la intensificación de las comunicaciones entre comunidades
académicas para mejorar la formación de los estudiantes. Además es importante tener en cuenta
que el perfil profesional que actualmente demanda la sociedad se caracteriza por un creciente dominio de las técnicas
y habilidades relacionadas con el uso especializado de los sistemas de cómputo.
La UAM ha buscado, desde su origen, perfiles profesionales que ofrezcan a la sociedad alternativas innovadoras
para la solución de sus problemas. Por ello estamos empeñados en mejorar permanentemente la calidad
de la docencia, y hemos buscado un mayor fortalecimiento de las matrículas de los programas de licenciatura
que son fundamentales para el país, así como imprimir una mayor flexibilidad en los planes y programas
de estudio.
Al dotarla de una más amplia y moderna infraestructura, nuestra docencia ve garantizados sus niveles de
calidad y contribuimos así a consolidar la amplia aceptación de que gozan nuestros egresados en su
campo profesional.
De este modo, la UAM aporta su esfuerzo para brindar educación universitaria, bajo parámetros de
calidad, al máximo número de jóvenes de acuerdo a la magnitud de su capacidad física
y humana. Sin embargo, no puede pasarse por alto que el 77% de la demanda de estudios de licenciatura se encuentra
concentrada en apenas 10 programas, lo que genera distorsiones crecientes en las capacidades nacionales de desarrollo
en un conjunto de áreas, particularmente las de carácter científico y tecnológico.
Será menester impulsar un conjunto coherente de acciones que atiendan este fenómeno de múltiples
facetas y se traduzca en una efectiva reorientación de la matrícula. La puesta en práctica
de un Programa Nacional de Becas puede ser una de ellas.