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7. Las cuotas en la Universidad
De acuerdo con la política de buscar financiamientos complementarios a las actividades de la universidad, el Patronato acordó elevar el pago de los servicios de inscripción y trimestrales a 24 días de salario mínimo al año. Al proceder de esta manera se buscó entablar un diálogo con nuestros estudiantes y sus familias, lo que entendemos como una solicitud a la sociedad civil de respaldar a su Universidad y colaborar así, al mejoramiento de la educación superior que reciben sus hijos.
Por ello se ha aplicado una política gradual de incremento de cuotas para recuperar aquella característica del modelo original de la Universidad donde un porcentaje relativamente reducido pero significativo del costo de la educación debería ser aportado directamente por el estudiante y sus padres o tutores.
Un aspecto complementario y central de nuestra política de cuotas es que éstas no sean un impedimento para la realización de los estudios universitarios. En consecuencia se ha mantenido el sistema de apoyo financiero que permite a quien no pueda pagar la cuota hacer uso de un crédito que otorga la propia institución. De esta manera la colegiatura no debe representar una carga imposible para el estudiante y su familia. En el otoño de 1991, de cinco mil estudiantes de primer ingreso, sólo diez hicieron uso de este programa. En Otoño de 1992 lo solicitaron cincuenta y seis estudiantes de un número similar de jóvenes que ingresaron a la institución. El otro aspecto que sostuvimos fue el del compromiso de la Universidad de no incrementar la cuota de servicios durante el tiempo que el estudiante curse su carrera. De esta manera la familia del estudiante puede planear financieramente la carrera de su hijo o hijos y en caso de necesidad siempre puede recurrir al apoyo financiero. Debo decir que la comunidad ha mostrado una gran madurez en este asunto tan delicado.