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C. DIFUSION DE LOS VALORES DE LA VIDA ACADEMICA.
En muchos frentes la Universidad desarrolla una intensa labor de difusión de los valores y orientaciones propias de la vida académica. De hecho una dimensión importante de la Universidad se encuentra en el servicio.
No es propósito de este informe enumerar las distintas actividades realizadas sino sólo señalar las tendencias principales que orientan la acción. Las labores más continuadas de difusión y servicio, se han desarrollado a partir del establecimiento de recintos externos a los diversos campus, donde el contacto con la comunidad se hace intensivo. Ejemplos de ello son la Casa de las Bombas, las clínicas estomatológicas y el Bufete Jurídico. Con este tipo de actividades acercamos a cada Unidad con su comunidad inmediata.
Debemos intensificar la promoción de nuevos nexos con la sociedad, buscar vínculos mutuamente beneficiosos, donde aquella se enriquezca con la capacidad que la academia tiene para mejorar la calidad de vida y el desarrollo científico y tecnológico.
Para estrechar estos vínculos, el Colegio Académico aprobó el Reglamento de Diplomados. Con ello se establece la base institucional para el desarrollo de un vasto universo de actividades, mediante las cuales podremos ofrecer programas de mejoramiento profesional que sirvan a la difusión del conocimiento, de nuevas tecnologías, de procedimientos de análisis útiles para el desarrollo productivo, para sólo mencionar algunas de sus potencialidades. En los diplomados está una vertiente en donde la sociedad puede participar, con provecho, en el financiamiento de la Universidad. Debemos explorar y ampliar las posibilidades de esta fórmula.
Para ello es importante recoger las experiencias que, a lo largo de los años, hemos acumulado en materia de cursos de actualización y de educación continua, donde hemos invertido importantes esfuerzos. Ejemplo de ellos son los 423 cursos de actualización impartidos durante 1990, de los cuales 230 se realizaron en instalaciones de la Universidad, se coparticipó o se asistió a 165 nacionales y 28 internacionales. Es importante mencionar que el número de participantes en los cursos, el año pasado llegó a 3,094, distribuidos en 76 cursos.
La vertiente tradicional de la relación de la Universidad con la sociedad se encuentra en el Servicio Social. En 1990 se desarrollaron 2,900 proyectos de servicio donde participaron alrededor de 5,286 estudiantes. La magnitud de este trabajo es de tenerse en consideración, pues podemos encontrar un vehículo eficaz para establecer mecanismos de mediano y largo plazo para que en cada División, se establezcan formas de intercambio entre la vida académica y la sociedad. En este rubro cada División y Unidad puede establecer dispositivos específicos, que sirvan de experiencia para proyectos comunes de toda la Universidad.