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1. EL APOYO A LA PERMANENCIA.

En el año que cubre este informe nuestros esfuerzos se orientaron a establecer mecanismos para fomentar el arraigo de los profesores comprometidos con la Universidad. Por ello, la prioridad en los últimos años, ha sido detener el deterioro para asegurar la permanencia.

Se han buscado fórmulas integrales y se ha convocado a la comunidad universitaria para que ofrezca opiniones e ideas que enfrenten el problema. A partir de la consulta, se generó un paquete de medidas que por su articulación conforman un programa mínimo de acción. Las más importantes han sido objeto de la atención del Colegio Académico, otras involucran a los Consejos Académicos y Divisionales, e inclusive a los órganos personales.

La primera acción fue el incremento significativo de los montos, asignados a los premios y estímulos. Con ello se buscó darle mayor relevancia a estas actividades y que los beneficiarios obtuvieran, además del reconocimiento público de su labor, un premio, material y significativo, a su esfuerzo. Se ha buscado, también, establecer nuevos premios. De este modo se generaron las iniciativas para establecer el premio a la docencia, anualizar el correspondiente a la investigación y crear uno especial para las Áreas de Investigación. Con estos reconocimientos y estímulos se promueven las actividades y estructuras concretas al tiempo en que se genera una revaloración de las tareas académicas. Interesa especialmente generar instrumentos que estimulen y premien el trabajo colectivo. Fomentar los grupos de investigación, así como el desarrollo de seminarios y reuniones académicas internas que propicien un mejor ambiente de trabajo beneficiará la calidad de sus resultados.

Prestigiar la vida académica implica, también, generar espacios privilegiados de actividad donde se geste el intercambio, el apoyo y la promoción de la misma. Para ello se ha impulsado el establecimiento de las Cátedras Universitarias, mediante las cuales se pretende alentar el trabajo de los profesores, reconocer su compromiso con las actividades de la Universidad, mejorar su ambiente de trabajo y gratificar los méritos académicos excepcionales.

Como parte de estas medidas, el Colegio Académico estableció un mecanismo directo de promoción a la permanencia: la Beca de Apoyo a la Permanencia del Personal Académico con Base en el Desempeño de las Funciones Universitarias.

Mediante este programa se busca compensar el desigual reconocimiento del trabajo académico para establecer un balance más equitativo, premiar la dedicación de los profesores y su compromiso con las actividades de la Institución, promover la producción académica y su calidad, así como fortalecer la carrera universitaria como opción de vida digna. De esta manera se contrarrestan los factores negativos que más influían en el abandono de las actividades universitarias.

Las becas ya han arrojado importantes resultados: en este primer año se hicieron acreedores a la beca 584 profesores, es decir, el 33% de los profesores asociados y titulares de tiempo completo. También se ha observado un cambio favorable en las actitudes y una mayor motivación para el trabajo, han regresado muchos profesores que se encontraban alejados de la Institución y, en general, vemos que se asume un mayor compromiso con la Universidad.

Sin embargo, es importante evaluar las consecuencias de este tipo de instrumento. Son visibles algunos defectos. Es preocupante que el monto de la beca tenga un peso tan importante en el conjunto de los ingresos de los profesores. Es necesario incrementar sus percepciones para que la beca represente cuando mucho un tercio del ingreso total. De otra manera se pueden generar y aun promover efectos indeseables como la propensión a la búsqueda de puntos, más que de la calidad del trabajo de investigación y docencia.

Es necesario que veamos a la Beca de Apoyo a la Permanencia como uno de los instrumentos de arraigo de nuestros profesores, pero de ningún modo ha de ser el mecanismo principal que guíe el trabajo académico. La Beca tiene por objetivo apoyar la permanencia, ese es su espacio de acción. Los problemas referidos a la calidad de vida de los profesores debemos resolverlos con elementos idóneos que nos permitan dar solución a cada problemática específica. De ningún modo es benéfico tratar de resolver todos los problemas con una sola línea de acción.

Otra medida para apoyar la permanencia ha sido el establecimiento de los concursos para la elaboración de los textos de docencia. Con esta iniciativa se pretende reforzar el trabajo docente que se realiza y alentar una relación más estrecha entre docencia e investigación. Esta medida apoya la difusión del esfuerzo de muchos profesores, premia y alienta el trabajo docente y se apuntalan las labores en el aula.

Con estas acciones se ha impulsado el objetivo de esta administración de estimular una cultura de promoción y de evaluación del trabajo académico. En el último año se dio un incremento de los profesores con la categoría de titular en números absolutos y relativos. También aumentaron las promociones, que alcanzaron a 526 profesores. Globalmente, el 21% de la planta académica obtuvo promoción ese año. Es de hacerse notar que tenemos ahora más profesores en la categoría de titular "C".

Resulta importante afirmar que este conjunto de medidas constituyen solo un primer paso para apoyar la carrera académica. El siguiente reto es fijar las bases de formas más consistentes de promoción, que premien estructuralmente las trayectorias y el desempeño de los profesores. En términos globales se busca establecer un modelo de vida universitaria, adecuadamente remunerada, que impulse la carrera académica y estimule el compromiso, la profesionalización y el permanente desarrollo de nuestros maestros.

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