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III. LA VIDA ACADEMICA.
En el modelo de Universidad que conformamos las actividades de docencia e investigación constituyen una unidad de acción que enriquece los procesos de enseñanza y aquellos de generación y critica del conocimiento. Esta característica del modelo no se expresa de la misma forma en las tres Unidades, sino que, en cada una, encuentra formas concretas de realización.
En los últimos años, sin embargo, es notorio el crecimiento de las áreas de la docencia sin un crecimiento correspondiente de las áreas de investigación y sus productos. Es necesario que se analice la relación entre docencia e investigación y que se establezcan, en los distintos niveles, mecanismos de promoción de un desarrollo académico equilibrado en el marco del modelo de la investigación ligada a la docencia. Es fundamental encontrar un equilibrio cualitativo entre docencia e investigación.
Los años de crisis han impactado severamente muchas de nuestras áreas de investigación. Es el momento de revaluar nuestras prioridades y, en los distintos niveles, establecer y reordenar nuestros objetivos y metas para darle un nuevo impulso a la investigación y crear nuevos equilibrios en el modelo institucional.
En la misma medida, es necesario que las actividades de preservación y difusión de la cultura se vinculen más estrechamente a las actividades académicas que se realizan en las divisiones. De este modo, encontraremos mecanismos que le den una articulación integral a las actividades sustantivas de la Universidad en la vida académica de la comunidad.