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IV. Balance del desarrollo de las actividades del Colegio Académico
La comunidad universitaria conoce el lugar primordial que nuestra Ley Orgánica concede al Colegio Académico. Es parte principal de la Institución porque es ahí donde se resuelven los temas fundamentales de la vida académica. Desde la fundación de nuestra Universidad el Colegio Académico ha reconocido la responsabilidad y el compromiso de su misión.
La deliberación colegiada que distingue sus procedimientos permite que los intereses de la comunidad sean expresados en sus resoluciones. Se elimina así la posibilidad de que prevalezcan posturas personales que lesionen los intereses institucionales. La deliberación razonada y responsable en el seno del Colegio Académico es garantía de que sus acuerdos fortalecen a la Institución y benefician el desempeño de la Universidad.
Por lo anterior resultan de la mayor importancia las labores desarrolladas por el Colegio Académico para reorganizar su agenda y ponderar las tareas que se realizan en sus comisiones. Este esfuerzo ha permitido establecer una racionalidad en el orden de los trabajos que se habrán de emprender en el futuro próximo.
El papel institucional del Colegio Académico se constituye justamente
en la capacidad de construcción de consensos que permiten a la Universidad
avanzar y transformarse. Es un espacio, además, que garantiza que los
sectores universitarios participen colectivamente en la revisión, planeación
y consolidación de nuestro proyecto. Ante los retso de la Universidad
la respuesta debe ser colegiada y la responsabilidad compartida.