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I. Los compromisos institucionales

Hace poco más de tres años, al inicio de la actual administración, señalamos que era nuestro compromiso promover el cambio dentro de la Institución mediante la generación de consensos, que fueran resultado del debate y la participación de los miembros de la comunidad.

En el mismo contexto señalamos los grandes retos de la universidad para el futuro, y destacamos la importancia de mejorar la docencia y la atención de los problemas de los alumnos.

En consecuencia con tales necesidades hace dos años se promovió la iniciativa de reflexión sobre la docencia, al cabo de la cual en reunión con los rectores de Unidad y los directores de División, se establecieron un conjunto de compromisos para el análisis de problemáticas específicas y la definición de nuevas estrategias.

En el periodo que cubre este informe la Rectoría General dio cumplimiento a los compromisos que le correspondían como resultado de la consulta a la comunidad. Se instalaron comisiones de estudio en torno del aprendizaje de las matemáticas, las habilidades para la comunicación oral y escrita, y el aprendizaje de las lenguas extranjeras. Así, también, se estableció la oficina de atención a estudiantes y egresados en la Rectoría General.

Durante el año 2000 se presentó la propuesta para la revisión de las políticas generales en lo referente a las actividades educativas y la elaboración de las políticas operacionales correspondientes, que han sido objeto de la más amplia participación de la comunidad en la historia de la Universidad. De donde, seguramente habrá de surgir un valioso documento que guíe el desarrollo de la Institución en los años por venir.

En la comisión correspondiente del Colegio Académico han avanzado los trabajo de análisis de la carrera académica y esperamos que pronto se habrán de presentar resultados a la consideración de la comunidad.

Desde el principio de esta administración, hemos señalado que uno de los retos cruciales para el futuro de la Universidad se encuentra en el tema de la relaciones laborales. Sin duda, encontrar mejores formas de relación bilateral y alcanzar acuerdos que permitan el más sano desarrollo de las actividades de apoyo al trabajo académico constituye un factor central para el futuro de la Institución
A lo largo de los últimos años la Rectoría General ha realizado un esfuerzo por mejorar significativamente el clima de la relaciones laborales. Para ello se ha mantenido un constante diálogo con la representación del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM). En conjunto, es necesario reconocer el esfuerzo común que se ha realizado para mejorar cualitativamente las formas de relación entre las partes.

Al principio del año 2000, se realizaron las negociaciones correspondientes a la revisión bienal del Contrato Colectivo de Trabajo de acuerdo a lo previsto en la Ley Federal del Trabajo y en el propio contrato. El SITUAM, de forma responsable, participó en este proceso. Los acuerdos logrados, con las limitaciones establecidas por el subsidio, permitieron evitar un conflicto de huelga.

Es necesario señalar que a lo largo de la negociación la actuación de la universidad estuvo regida por principios claros, que permitieron establecer el marco a las expectativas del proceso,.

En este sentido, fue preocupación de la Universidad garantizar la viabilidad financiera de la Institución, de manera tal que se presentó la mejor oferta económica posible. De forma que los recursos con que contaba la Universidad fueran, suficientes para mantener los ritmos de inversión y operación necesarios para fortalecer las actividades de docencia, investigación y preservación y difusión de la cultura.

En la negociación se preservó en todo momento el derecho de la Universidad para decidir con autonomía en las materias relativas al ingreso, promoción y permanencia del personal académico. De la misma forma, se protegió la capacidad de planeación que es facultad de los órganos colegiados y personales, y la facultad de la Universidad para administrarse con autonomía.

A partir de estos criterios, la Universidad mantuvo su voluntad de buscar en el diálogo bilateral una respuesta satisfactoria para las necesidades de los trabajadores expresadas en el pliego petitorio que presentó el SITUAM.

En este sentido, fueron objetivos de la Universidad a lo largo de la negociación, los siguientes:

1. Fortalecer el clima de diálogo e intercambio entre la Universidad y el Sindicato.

2. Atender las demandas del Sindicato en el marco de la salud institucional y siempre pensando en el fortalecimiento de las actividades que conducen al cumplimiento de los objetivos de la Institución.

3. Colaborar con el Sindicato en la búsqueda de mejores fórmulas de organización de la relación laboral, en beneficio de los trabajadores y para fortalecer el desarrollo de las tareas universitarias

4. Sustentar compromisos de largo plazo para la reordenación de la relación laboral en un marco responsable, que cuide los derechos de los trabajadores y permita la mejora continua de la administración universitaria.

5. Alcanzar acuerdos que sirvan a la comunidad universitaria y atiendan las demandas del Sindicato.

Uno de los resultados de la negociación, fue la instalación de una mesa de trabajo para la revisión del manual de puestos de la Universidad, donde entre otras cosas se analiza la relación base-confianza en la estructura de ocupación de los puestos y la materia de trabajo.

La Universidad tiene confianza de que los trabajos iniciados el año pasado se transformen en cuerdos sólidos, que permitan el mejoramiento de las relaciones laborales, al tiempo que impulsen un mejor desarrollo de los servicios de apoyo requeridos por el trabajo académico de la Institución.

Es necesario reconocer que persiste una agenda pendiente en material laboral. Sin duda la bilateralidad de las cuestiones laborales conforma el marco de acción que deben regir la solución de los asuntos pendientes. Sin embargo, es necesario encontrar mecanismos adecuados que permitan desahogar esta agenda y renovar el diálogo entre la Universidad y el Sindicato.

Es responsabilidad de ambas partes avanzar en el desarrollo de alternativas a lo largo de los próximos años.
Creemos que los esfuerzos que se han emprendido forman parte de un proceso que apenas inicia y en el que será necesario asumir políticas institucionales de largo alcance.

Es necesario que todos en la Universidad ponderemos la importancia que tiene esta cuestión. La relación entre la Universidad y el SITUAM debe formularse bajo nuevos mecanismos. Esto quizá permita que se superen los obstáculos tradicionales, pero, además y sobre todo, que se encuentren en los intereses compartidos elementos para construir formas más adecuadas de relación laboral. El objetivo que compartimos todos en la universidad es lograr una mejoría efectiva para los trabajadores, al tiempo que se renueva y se fortalece la administración institucional.

En este sentido, tanto la Universidad como el Sindicato tienen el reto de encontrar prácticas nuevas y aceptables para todos, que encaren viejos problemas y destraben los motivos de conflicto. Merece la pena reiterar que el objetivo es lograr la mejoría sustantiva de los trabajadores y el cabal cumplimiento de los fines de la Universidad.

En los tres últimos años la Universidad ha debido desarrollarse en un entorno complejo, que ha impuesto restricciones de diversa naturaleza a su desenvolvimiento. También hemos observado procesos institucionales internos que han alcanzado los límites de su desarrollo y que deben sr objeto de atención urgente por parte de la comunidad. El contexto ha sido de grandes cambios en el entorno político.

En lo que toca a los procesos internos, es necesario revisar los mecanismos de reconocimiento de las tareas académicas de los profesores, es claro que l sistema actual ha generado importantes distorsiones y presenta el riego de asfixiar las fianzas de la Universidad.

Respecto del contexto, el grave conflicto que sufrió la UNAM, generó nuevas presiones sobre las universidades públicas del país y estableció un clima de tensión. Por otra partem en el país se ha vivido una época de cambio político profundo que general incertidumbre, al tiempo que ofrece nuevas expectativas para el impulso de la educación superior.

En tal situación la Universidad Autónoma Metropolitana ha buscado proteger el desenvolvimiento de su vida académica y mantener en marcha sus proyectos fundamentales. En este sentido, preservar la vialidad del proyecto de la UAM y garantizar sus condiciones de desarrollo ha sido una prioridad.

La Universidad está en proceso de cambio, en los departamento y las divisiones surgen nuevas iniciativas y la marcha de las actividades se renueva constantemente. Compartimos un momento crucial del desarrollo de nuestra Universidad.

Ciertamente no se ha dado respuesta a todos los retos que enfrenta la Institución pero la comunidad ha demostrado que tiene la fortaleza para identificar sus problemas y avanzar en la conformación de soluciones adecuadas, fieles a las tradiciones de la Universidad, al tiempo que con capacidad de innovación.

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