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I. La trayectoria de la UAM

La Universidad constituye un espacio social privilegiado para la formación de los jóvenes en las profesiones, las humanidades y las ciencias, es éste su rasgo distintivo. Con ello se realiza una contribución fundamental para la conformación de una sociedad mejor educada. La Universidad es un espacio privilegiado por que en ella se cultivan los saberes y el conocimiento. El despliegue de las potencialidades del conocimiento hace posible el desarrollo de las capacidades de los individuos, la creatividad y la innovación.

El instrumento de mayor alcance con que cuenta la sociedad contemporánea para el cultivo del conocimiento es la investigación científica y humanística. En la Universidad vemos las áreas de investigación como una tarea central que contribuye a mejorar la calidad de la docencia y no como un fin en sí mismo. En la investigación la Universidad participa de manera permanente con el avance de las fronteras de la ciencia y de la técnica, con la generación de nuevos modelos de pensamiento. Es el conocimiento que así se produce el que permite identificar, sistematizar y aportar soluciones a las problemáticas más variadas de la sociedad. En este sentido la investigación que se produce en la Universidad está orientada a la solución de los grandes problemas nacionales.

Por su naturaleza la Universidad conforma una empresa cultural en la tradición de Occidente, en su recinto se preservan los valores del saber, de la razón, del conocimiento, por ello tiene una profunda dimensión humanística, que la identifica como una Institución del horizonte ilustrado. En la experiencia universitaria mexicana la dimensión de la cultura mantiene un compromiso con la sociedad, de modo que la Universidad Pública tiene la obligación de difundir en la sociedad los valores que ella preserva. En esta tarea la Universidad tiene también una función educadora, promotora del saber en la sociedad.

Es necesario no perder de vista que la Universidad tiene su eje fundamental en la persona humana, no sólo como sujeto abstracto, sino como miembro de una comunidad, donde adquiere pleno sentido y proyecta su acción. Como Institución centrada en la persona la Universidad ha establecido políticas de promoción y apoyo al desarrollo de los actores fundamentales que la conforman, especialmente de los profesores que constituyen el motor fundamental del quehacer académico. En la UAM una dimensión fundamental de las políticas institucionales ha estado dirigida a promover y consolidar los mecanismos de ingreso, promoción y permanencia del personal académico, de modo que su trayectoria en la Institución y su desempeño han constituido los focos fundamentales del desarrollo del conjunto institucional.

Gracias a estas políticas la Universidad Autónoma Metropolitana ha tenido la capacidad para responder a las demandas de la sociedad y establecer una posición reconocida en el ámbito nacional e internacional. De hecho nuestra Institución nace como una respuesta al diagnóstico de las necesidades crecientes de la demanda de educación superior. Pero nace también como un proyecto novedoso que se propone la renovación de las formas de organización de las Instituciones de Educación Superior en nuestro país.

Las ideas y necesidades sociales que animaron el nacimiento de la UAM, conformaron un primer modelo que hubo que poner en marcha en un contexto social altamente demandante. En su origen la Universidad se vio en la necesidad de establecer una política de extenso reclutamiento del personal académico que resultó indiscriminada por la presión del crecimiento constante de la matrícula escolar. En este proceso fundacional, se organizaron las bases fundamentales de la vida académica de la Institución, se establecieron las reglas de funcionamiento y se determinaron modelos específicos de desarrollo en cada Unidad. Se estableció entonces un ambicioso proyecto académico alimentado del entusiasmo y el trabajo constante de los profesores que fundaron la Universidad.

La tarea de formar y consolidar grupos de trabajo académico en las áreas y los departamentos constituye la base fundamental para el cumplimiento de los objetivos de la Universidad. Es por esta razón que las actividades de la Institución han girado en torno de estos espacios primordiales. Donde es necesario mantener y fortalecer las políticas de promoción, equipamiento y consolidación.

Poco después de la etapa fundacional la Universidad prefiguró el mecanismo general del ingreso, la promoción y la permanencia del personal académico. En el marco de la legislación nacional los órganos colegiados de la Institución diseñaron los instrumentos que rigen las formas de organización de la carrera académica en cada una de las disciplinas que se cultivan en las tres unidades. Ciertamente esta fórmula general, tiene poca capacidad para reconocer los requerimientos de cada campo de conocimiento y ha generado diversas vías de realización que no siempre responden a las necesidades de la vida académica en cada departamento y división.

La crisis económica de los años ochenta obligó a la Universidad a establecer y consolidar una estrategia dirigida a asegurar la viabilidad de la Institución tanto en términos financieros como académicos. Esto llevó a la adopción de políticas de disciplina presupuestal y racionalidad que conformaron un primer marco de regulación y planeación del desarrollo institucional. En el campo académico se diseñaron e instrumentaron políticas dirigidas a promover y asegurar la permanencia del personal académico en un marco de creciente desarticulación y rotación de la planta de profesores. Desde aquel momento quedó en evidencia la necesidad de una política integral para la definición y el desarrollo de la carrera académica en la UAM.

Al paso de la crisis se hizo necesario reordenar el crecimiento de la Institución, asegurar el equipamiento, racionalizar el proceso de construcciones, pero sobre todo, fue fundamental concentrar los esfuerzos en promover la permanencia, consolidación y desarrollo de los cuerpos académicos que a lo largo de los años se habían agrupado en nuestra Universidad. En ello ha sido fundamental la política de promoción y fomento de los estudios de posgrado para lograr la máxima habilitación de nuestros profesores.

Correspondió al Dr. Julio Rubio Oca consolidar la política de construcciones de la Universidad, de modo que prácticamente se concluyeron o están en proceso de edificación las últimas obras fundamentales de los planes rectores de cada Unidad. Del mismo modo se avanzó significativamente en el equipamiento de laboratorios de investigación y docencia. Estas bases permitieron definir un programa de fomento a las áreas en proceso de consolidación y generar nuevos apoyos para los programas de becas a los profesores.

Los sistemas de apoyo a la permanencia, después de ocho años de funcionamiento han logrado sus objetivos, su reforma hace casi cuatro años permitió renovar los mecanismos y promover un nuevo equilibrio entre las actividades de docencia e investigación. Sin embargo, la definición de un modelo de carrera académica quedó pendiente en la discusión del Colegio Académico. Este es uno de los retos fundamentales que habrá de resolver la Universidad en el futuro próximo.

La Universidad Autónoma Metropolitana ha sido desde su fundación una Institución flexible, su diseño y sus características han buscado evitar desde un principio la rigidez que conduce al estancamiento. Por ello, ha sido capaz de organizar políticas sustantivas de fortalecimiento institucional que le han permitido establecer y consolidar importantes núcleos de trabajo académico en cada una de las tres unidades.

Hoy la Universidad se encuentra ante cambios significativos en el contexto económico y político.

La Universidad Pública en México enfrenta nuevas demandas de la sociedad. La UAM ha sido una Institución sensible a las necesidades de la sociedad y ha tenido en cada momento la capacidad para ofrecer respuestas oportunas. Esto de ningún modo implica sujetar los grandes proyectos de la Institución a las condiciones de corto plazo, por el contrario nuestra capacidad de respuesta a las necesidades de la sociedad se sustenta en la solidez de nuestro proyecto académico y en la claridad sobre la dirección de las áreas de la comunidad en el mediano y largo plazo.

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