C O N C L U S I O N E S
La actividad que en la búsqueda de una reforma educativa para la educación superior del país ha desarrollado esta Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana durante sus primeros cuatro años, ha liberado, en su seno, considerables fuerzas creadoras que empiezan a incidir en su objetivo reformador, fuerzas que pueden incrementarse y abocarse, cada vez con mayor énfasis, hacia tal objetivo hasta llegar a influir radicalmente en la transformación de los métodos pedagógicos de la enseñanza superior nacional.
Indicios de que esta posibilidad reformadora- intuida meramente en el Documento Xochimilco, que no fue más que el necesario punto de referencia para poner en marcha esta alternativa pedagógica- es factible, queden plasmados en la historia de los primeros cuatro años de vida de esta Institución.
Autoridades, personal docente, alumnos y trabajadores de la Unidad, concretaron con su labor productiva acumulada, esta factibilidad. Todos ellos son garantía de trabajo creador, y con ello harán que los objetivos establecidos cristalicen en las metas reformadoras que nos propusimos.
Sabiamente, nuestra Ley Orgánica dispone que cada cuatro años sean renovadas las autoridades de los Organos unipersonales de gobierno de nuestra Universidad. Ese cambio es concomitante a la necesaria renovación de mentalidades de autoridades universitarias dentro del inmenso dinamismo de las fuerzas creadoras que se liberan en un corto periodo en toda casa de estudios superiores.
Los diversos Organos de Gobierno a quienes nuestra Ley Orgánica otorga la responsabilidad de instrumentar el proceso de nombramiento de Rectores de Unidad, auscultaron según su respectiva instancia, la opinión de autoridades, profesores, estudiantes y trabajadores administrativos de nuestra Unidad, para allegarse elementos de juicio que les permitieran cubrir la parte de responsabilidad que les asigna nuestra Ley. En base a dicha auscultación, las instancias correspondientes ejercieron el derecho que legalmente se les confiere en este proceso, que culminó en la designación del nuevo Rector de esta Unidad.
No me queda más que agradecer cumplidamente a las Autoridades Superiores, el apoyo que encontré en ellas; al personal en funciones de autoridad, personal docente, alumnos y trabajadores en general de la Unidad, el valioso esfuerzo, del que he sido testigo, con el que se cubrió el primer período que hoy concluye, de esta Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana. Casa Abierta al Tiempo.
18 de junio de 1978.