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V. DOCENCIA
LICENCIATURA
El compromiso que la Universidad convalida a diario con la sociedad, es la formación de profesionistas que puedan incorporarse con éxito en la solución de diversas problemáticas generadas como consecuencia del desarrollo del país. Es por ello que la Unidad Iztapalapa, al mismo tiempo que se ha procurado la existencia de un equilibrio armónico en las actividades de docencia y de investigación, se han creado programas de licenciatura, maestría y doctorado que procuran incidir en diversos aspectos de la problemática del país.
Durante el periodo que cubre este informe se mantuvo el crecimiento en la inscripción en la mayoría de los programas de licenciatura. Los alumnos que lograron ingresar provinieron fundamentalmente, de las escuelas preparatorias de la UNAM, del IPN, del Colegio Bachilleres, de escuelas incorporadas a la UNAM y a la SEP yen menor número de la Escuela Normal y de algunas preparatorias de provincia.
Los planes y programas de estudio deben ser objeto de una permanente revisión y evaluación, ya que solo así podremos garantizar la calidad de la docencia en el horizonte de cambio en que se desarrolla la actividad científica y humanística.
En el periodo que se informa, el Consejo Académico armonizó las reformas a los planes y programas de estudio propuestos por el Consejo Divisional de Ciencias Sociales y Humanidades. Este proceso de reforma ha sido una larga tarea que ha involucrado a varias generaciones de estudiantes y a un amplio número de profesores. Cuando este proceso termine en el Colegio Académico y los nuevos planes y programas de estudio empiecen a aplicarse, habrá culminado una etapa fundamental en la vida de esa División y se podrá avanzar en la revisión, evaluación y perfeccionamiento de estos instrumentos fundamentales para las tareas docentes.
En la actualidad es necesario impulsar la creación y operación de diversos mecanismos de revisión y evaluación de las formas en que se viene dando el desempeño de las actividades de docencia, en los diversos programas de licenciatura que se ofrecen en las tres Divisiones de la Unidad y establecer políticas para regular su funcionamiento. En este sentido, resulta importante poner en práctica dos de las Reformas al Reglamento de Ingreso, Promoción y Permanencia del Personal Académico aprobadas recientemente por el Consejo Académico: el Premio a la Docencia y la facultad expresa de los Consejos Divisionales para definir criterios y procedimientos para la evaluación de las actividades de docencia, en función de los objetivos de la propia División (Art. 220). Esta evaluación deberá considerar entre otros elementos, los informes anuales de los profesores y la opinión de los alumnos mediante encuestas idóneas que contemplen los elementos del Art. 215 del RIPPPA.
La aplicación de estos dos instrumentos nos permitirán avanzar en la evaluación permanente del desempeño docente del personal académico. Por la importancia que representa para la Universidad seguir preparando profesionistas altamente calificados que puedan competir ventajosamente con sus homólogos nacionales y extranjeros, es fundamental que durante 1992 pongamos en práctica en cada una de las Divisiones de la Unidad, los mecanismos de evaluación del desempeño docente que tenemos ya a nuestro alcance.