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XI. COMENTARIOS FINALES

Los grandes retos que enfrentará nuestro país en el futuro inmediato, como consecuencia de la apertura de sus fronteras y su inmersión en los fenómenos de globalización, exigirán de las Instituciones de Educación Superior un gran esfuerzo por mejorar su desempeño en el cumplimiento de sus funciones. Es evidente que el país necesitará en diversas áreas estratégicas, un mayor número de profesionistas a nivel de licenciatura con una amplia y sólida formación académica que les permita competir ventajosamente con sus colegas extranjeros. En este sentido, la calidad y cantidad debe ser un binomio que esté presente en los procesos de formación de profesionistas de todas las instituciones de Educación Superior del país.

Por otro lado, la única forma de garantizar la plena autonomía del país dependerá en buena medida, de la forma en que se puedan ampliar y consolidar la investigación y el desarrollo tecnológico autónomo, lo que en muchos casos implicará actuar con gran eficacia y calidad en el ámbito del posgrado.

En este sentido, el poder continuar participando en forma destacada en el sistema educativo nacional, implica para la Unidad Iztapalapa seguir elevando los índices de eficiencia y calidad en el desempeño de las funciones que le son propias. En este aspecto, resulta particularmente importante la evaluación permanente del desempeño docente de nuestro personal académico en todos los ámbitos de licenciatura y posgrado y la revisión constante del contenido de los planes y programas de estudio de las licenciaturas y posgrados que ofrecemos, con el objeto de incorporar en ellos los avances del conocimiento científico y humanístico. Esta es la única fórmula que nos permitirá garantizar la formación de profesionistas con una visión moderna y actual de su disciplina. Para lograr este objetivo en forma eficiente es necesario que a nivel de la Universidad se cambien los procedimientos establecidos para modificar los planes y programas de estudio, encontrando vías y espacios que ofrezcan una mayor agilidad en los procesos de reformulación de los mismos.

Debemos buscar soluciones al problema de la baja matrícula en algunos programas de licenciatura y posgrado que ofrecemos, lo que implica entre otras cosas que debemos, ampliar y reforzar nuestros mecanismos de promoción a estos programas. En este aspecto es importante también que la Unidad identifique diversos espacios estratégicos de docencia que orienten la creación de nuevos planes y programas de estudio a diferentes niveles, que permitan equilibrar la matrícula de los programas docentes en las tres Divisiones. Algunos de estos espacios pueden ser la ingeniería ambiental, el manejo de los recursos renovables y no renovables y diversos aspectos de la ecología. En el caso de la ingeniería ambiental es evidente la falta de recursos humanos calificados, a nivel nacional, para atender los graves problemas actuales de contaminación causados por gases, líquidos y desechos sólidos. El diseño de programas de diplomado en esta área, cuya impartición requiera de la participación del personal académico de las Divisiones de Ciencias Biológicas y de la Salud y de Ciencias Básicas e Ingeniería, puede ser una acción relevante en los próximos meses para reforzar la colaboración entre estas Divisiones, a la vez que podremos incidir en el problema de la falta de recursos humanos calificados para atender los grandes problemas de contaminación que aquejan al país.

Mantener el nivel de excelencia que han alcanzado la mayoría de nuestros programas de posgrado es un imperativo al que debemos dedicar una buena parte de nuestro esfuerzo cotidiano. Para ello, es necesario mantener en tiempos razonables la titulación de nuestros estudiantes, reforzar las líneas de investigación que les dan sustento y mantener también la calidad y trascendencia de los productos del trabajo académico que se deriva de su operación. En los programas de posgrado que presentan problemas de operación es urgente diseñar programas de fortalecimiento que permitan su operación dentro de un marzo de excelencia. Asimismo se requiere de una mayor participación de las plantas académicas potenciales que les pueden dar sustento.

El posgrado debe jugar un papel relevante en el desenvolvimiento del modelo universitario de la Unidad Iztapalapa. En este momento, la Universidad tiene que responder a las necesidades del país en la preparación de investigadores de alto nivel para la creación del conocimiento científico que requiere el desarrollo nacional. En el posgrado se encuentra también el mecanismo privilegiado para la profesionalización de nuestros profesores y la promoción de la carrera académica en la Universidad.

Es necesario seguir analizando la posibilidad de que los programas de posgrado puedan impartirse con mayor flexibilidad y versatilidad; así, podremos satisfacer un mayor número de necesidades. Nuestros programas de estudios avanzados deben ofrecer la posibilidad de formar tanto investigadores de calidad como docentes con una visión moderna de su disciplina, a la vez que permitan satisfacer diversas necesidades de la sociedad vigilando el sano desarrollo de la Institución.

El avanzar en la consolidación del modelo educativo de la UAM, representa seguir reforzando y ampliando en las tres Divisiones de la Unidad, los espacios en los que se realiza la investigación de calidad. Asimismo es importante respaldar la calidad del contenido de los libros y revistas que publica la Universidad por medio de una estricta evaluación entre pares, preferentemente externos. Con esta acción lograremos avanzar en el pleno reconocimiento de los materiales que publicamos por parte de la comunidad científica y humanística del país.

El desarrollo adecuado de la investigación está relacionado con los esquemas de su financiamiento, el equipamiento para laboratorios y prácticas de campo, la capacidad para el acopio y el procesamiento de datos y la disponibilidad de recursos bibliográficos y hemerográficos adecuados.

El apoyo a la investigación está fundamentalmente vinculado con los recursos financieros que se puedan canalizar directamente a la realización de los proyectos. En este aspecto, es necesario mantener y desarrollar mecanismos de financiamiento por lo menos en cuatro niveles. En primer lugar, en la presupuestación interna de la Unidad debemos priorizar la asignación de los recursos destinados a la investigación con base en criterios académicos de calidad que nos permitan avanzar en la consolidación y fortalecimiento de los diversos grupos de investigación de la Unidad. En segundo lugar, es importante que los programas y proyectos de investigación estructuren vínculos con programas similares a nivel nacional e internacional que les permitan potenciar su capacidad de desarrollo y sus posibilidades de financiamiento. En tercer lugar, es necesario seguir estableciendo convenios de financiamiento, tanto con el sector público como con el privado, que aseguren recursos adicionales para cada proyecto y para la investigación que se realiza en las Divisiones. Y, finalmente, es importante ampliar los vínculos entre los programas y proyectos de investigación y los mecanismos de financiamiento existentes en los organismos gubernamentales nacionales y los no gubernamentales a nivel nacional e internacional.

En este esquema, las políticas actuales de financiamiento del CONACYT a proyectos de investigación y programas de posgrado enmarcados en la excelencia académica, favorecen a nuestros grupos de investigación; por ello resulta fundamental seguir diseñando peticiones que permitan a la Unidad obtener de recursos económicos complementarios para dar apoyo al desarrollo de sus proyectos académicos.

La relación entre la Universidad y la sociedad debe seguir siendo un aspecto prioritario en el desarrollo de las actividades académicas. La Universidad Pública tiene un compromiso fundamental con la vida social del país. Este compromiso se concreta en un conjunto de actividades cotidianas y en la capacidad de la Institución para relacionarse con la sociedad.

La Universidad Autónoma Metropolitana sirve a la sociedad, a través de sus actividades de docencia, investigación y preservación y difusión de la cultura. De esta formulación se desprenden una serie de actividades cotidianas cuya dimensión e impacto social no se pueden medir directamente; de ahí que sea necesario ampliar los mecanismos de comunicación con la sociedad que nos permitan lograr una adecuada valoración social de las actividades académicas que desarrollamos.

Con el sector productivo es necesario seguir ensayando formular innovadoras de interacción a través de variados convenios que nos permitan acceder a recursos complementarios para dar apoyo a la realización de nuestros proyectos de investigación y a la operación de nuestros programas de posgrado. Es importante que en esta interacción se mantengan siempre presentes los objetivos que persiguen cada una de las partes.

Para la pequeña y mediana industria, así como para el sector público, uno de los renglones que debemos impulsar con especial interés es el de los cursos de actualización y diplomados. Estos constituyen un elemento importante de vinculación de la Universidad con nuestro entorno social y, a través de ellos, la Unidad puede dar una respuesta inmediata a las necesidades de actualización y capacitación de profesionistas y técnicos tanto de organismos e instituciones públicas como de los sectores privado y social.

Ampliar y reforzar la identificación de la Unidad con su entorno inmediato seguirá siendo una de las prioridades de la presente administración en los próximos dos años. Seguiremos contribuyendo, en la medida de nuestras posibilidades, a elevar la calidad de vida de los habitantes de la Delegación Iztapalapa, a través de diversos proyectos académicos. En este sentido, las acciones que se realizan en estrecha colaboración con las autoridades de la Delegación, con la Asociación de Empresarios de Iztapalapa y con diversos grupos sociales de la Delegación deberán ampliar aún mas su cobertura de atención con el objeto de fortalecer los vínculos entre los proyectos académicos que se desarrollan en las tres Divisiones de la Unidad y la problemática social que nos rodea.

El protagonista principal en el desarrollo de la Universidad es la comunidad. El proyecto académico de la Unidad Iztapalapa se ha ido consolidando y fortaleciendo a lo largo de los años con la contribución de cientos de profesores, estudiantes y trabajadores. Los logros de los últimos dos años son una muestra de grado de participación así como de la convergencia de voluntades en un espacio de pluralidad y respeto. La presente administración dedicará su mayor esfuerzo en los próximos dos años en la identificación de los proyectos y estrategias a su alcance que permitan mejorar el desempeño de las funciones que nos son propias, y así avanzar en la consolidación del proyecto académico que fue diseñado para la Unidad dentro de un marco de excelencia hace 17 años.

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