8. VISIÓN
La educación pública atraviesa por momentos difíciles por los limitados recursos que dispone para su transformación y modernización, la calidad de la educación que se imparte, aunque no refleja mejoría notable, continua desarrollando su labor de formar profesionistas e investigadores que impulsen el desarrollo del país.
Podemos afirmar que nuestra universidad destaca en el contexto de la educación superior y de la investigación científica en el ámbito nacional. Somos una institución consolidada y con capacidad de convocatoria para promover el quehacer universitario.
Nuestros cuerpos académicos participan activamente en el intercambio y en la generación de conocimiento desde distintas ventanas del saber y en los diversos escenarios de la discusión científica. Nuestros egresados son bien recibidos y apreciados en los distintos sectores productivos y de servicios como en el sector público.
Sin embargo, en estos escenarios queda mucho por hacer y, en ese sentido, debemos enfocar nuestra atención a mejorar nuestro desempeño en la docencia de tal manera que nos permita elevar la calidad de la educación que se imparte y mejore los índices de retención y titulación de alumnos, sobre todo en el nivel de licenciatura. La revisión y actualización de nuestros planes y programas de estudio es sólo una de las facetas que debemos examinar y mejorar. Tenemos que seguir ubicando los factores que inciden en el desempeño de nuestros alumnos y en los altos índices de deserción; buscar nuevas formas y alternativas para fortalecer la docencia, mejorar el aprovechamiento y elevar la tasa de alumnos que concluyen exitosamente sus estudios.
La investigación en las diversas disciplinas tiene una dinámica de transformación vertiginosa que genera nuevas prácticas y modalidades así como novedosos problemas y temas para abordar. La multidisciplina se ha convertido en una necesidad para obtener explicaciones adecuadas a los fenómenos que estudiamos. En la Unidad Iztapalapa la investigación multidisciplinaria se encuentra en sus etapas iniciales y es necesario explorar nuevos y mejores mecanismos para apoyarla y fomentarla institucionalmente. Debemos superar la etapa en que gran parte de nuestro trabajo y reconocimiento externo se fundamente en la capacidad y habilidad de algunos de nuestros connotados profesores-investigadores, hay que realizar los esfuerzos necesarios para asegurar la continuidad y ampliar la base de sustento del trabajo de investigación.
Los mecanismos de evaluación externa a los planes y programas de estudio, así como nuestros profesores-investigadores, se han convertido en factores de relevancia tanto para promover una presencia de la Institución en la sociedad como para obtener apoyos que permitan el desarrollo de las funciones sustantivas.
Bajo esta perspectiva, la Unidad Iztapalapa debe promover una mayor presencia hacia fuera de los recintos universitarios, ser un participante de las transformaciones del entorno social y cultural, sustentada en un proyecto educativo y de investigación acorde a las necesidades del país. La competencia por obtener recursos para el desarrollo institucional, y estar en posibilidad de cumplir estos objetivos, es una realidad en la cual debemos convivir a futuro.
La tarea requerirá de la participación de toda la comunidad universitaria y de una planeación que promueva la construcción de vínculos de intercambio académico, cultural y científico con otras instituciones y entidades de los sectores público y privado.
Estoy convencido de que esta perspectiva a futuro puede seguirse y convertirse en el fundamento de un proyecto de desarrollo para la Unidad Iztapalapa.