ANTECEDENTES
La Universidad Autónoma Metropolitana fue fundada en 1974 con el propósito explícito de servir como una alternativa a los modelos de Educación Superior Pública. Sus características fueron plasmadas en su Ley Orgánica y expresan las ideas que en ese momento prevalecían sobre las formas de organización de la Universidad que debería responder mejor a las expectativas del desarrollo del país.
Una aspiración de los primeros profesores y autoridades que participaron en la organización básica de la Unidad Iztapalapa, fue la de evitar los vicios y errores que, de acuerdo a su muy particular experiencia, saber y entender, habían advertido en otras Instituciones de Educación Superior. A partir de ese conjunto de aspiraciones y experiencias colectivas se construyó un propósito resultante, común e implícito que fue darle a la investigación un papel central en la vida de la Institución. Esta orientación particular resultó de la convergencia entre los deseos y aspiraciones de los profesores en el marco de la Ley Orgánica. La Investigación debía ser el cimiento de todas las actividades universitarias, pero como buen sustento ella no era el fin principal de la Institución sino el medio mas apropiado para dar a la docencia la calidad que se deseaban y que requería el país. La formación de profesionistas e investigadores calificados se convirtió desde entonces en la meta más importante de la Unidad Iztapalapa.
Juntas, la aspiración a la experiencia y el énfasis en la investigación llevaron a algunos grupos de profesores a comenzar el largo camino de concretar los propósitos y diseñar los medios para alcanzarlos.
Este origen explica por qué la mayoría de nuestras licenciaturas se proponen cubrir los aspectos mas básicos o científicos, en cierto sentido más académicos de las disciplinas. De este origen se desprende también que la combinación de las ideas de la investigación con las de excelencia dieran lugar al paradigma implícito de la investigación rigurosa de frontera sometida al juicio de los pares e inclusive que algunos posgrados empezaran a funcionar casi desde el inicio de la Unidad Iztapalapa, mucho antes de su aprobación por los Órganos Colegiados.
El propósito original de la fundación de la Unidad Iztapalapa puso también a la investigación como base de nuestra conexión con la sociedad. De ahí que el fortalecimiento de estos vínculos se haya venido dando conforme se ha consolidado nuestra capacidad de investigación en las diferentes áreas.
A pesar de la direccionalidad que se le quiso dar a la Unidad Iztapalapa en sus primeros años, su desarrollo ha estado sujeto al azaroso desenvolvimiento del país, a la crisis económica y a restricciones presupuestales que produjeron el deterioro en sus actividades básicas.
Administrar la Universidad en la crisis, evitando en lo posible el deterioro Institucional, fue una tarea fundamental que ocupó la atención de las pasadas administraciones. Superar las inercias creadas por la crisis, fortalecer y consolidar las actividades de las áreas, Departamentos y Divisiones, generar condiciones más atractivas para el desarrollo profesional de nuestros profesores – investigadores, abrir nuevos espacios para el desarrollo académico que proporcionen una mayor permanencia y establecer innovadores patrones de desenvolvimiento de las actividades sustantivas de la Universidad, han sido los propósitos fundamentales de la presente administración. Para lograr estos propósitos hemos utilizado las herramientas propias de la vida académica. La vía ha sido la discusión razonada que evita las prácticas paralizantes e improductivas, buscando confrontar las opciones a nuestro alcance y promoviendo permanentemente la crítica de nuestro trabajo. Podemos afirmar que en los pasados tres años hemos vivido una nueva etapa de desarrollo de la Universidad, etapa que se ha caracterizado por la promoción exhaustiva de novedosas vías de fortalecimiento de la vida académica, la recuperación de los objetivos originales y la identificación clara de aquellos elementos que nos permitan construir una Universidad académicamente mas fuerte y por ello capaz de ofrecer respuestas de calidad y oportunas a los grandes desafíos que nos impone el desarrollo acelerado del país.