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D. MEDIDAS DE SEGURIDAD EN LABORATORIOS Y EDIFICIOS
El desarrollo y la complejidad de las actividades de los laboratorios hacen urgentes e l establecimiento de normas mínimas de seguridad para el uso adecuado y sin riesgos de las sustancias y el equipo
La seguridad en los edificios y laboratorios es una preocupación compartida desde hace varios años. Fue mi convicción desde la Dirección de Ciencias Básicas e Ingeniería, que son las Divisiones las que deben establecer los mecanismos particulares de operación de las medidas de seguridad. Le corresponde a la Unidad organizar las reglas generales de funcionamiento.
En las Divisiones, se han iniciado los trabajos de las comisiones de seguridad correspondientes. Una vez que éstas se encuentren en pleno funcionando se establecerán, a partir de sus experiencias, las normas generales de seguridad en laboratorios y edificios de la Unidad. Esta tarea es urgente pues es prioritario proteger la integridad física de los miembros de la comunidad universitaria.
En este sentido, me es grato informar que los trabajos de las comisiones de seguridad en las Divisiones se encuentran relativamente avanzados.
La seguridad de laboratorios y edificios tiene un aspecto que es delicado: la salvaguarda del patrimonio de la Universidad, que es una responsabilidad que deben compartir las autoridades con todos los miembros de la comunidad universitaria.
Una parte importante del patrimonio de la Universidad se encuentra en los laboratorios. Es preocupante que, como es públicamente conocido, el equipamiento haya sufrido importantes pérdidas por robo y otros siniestros.
En el pasado, dolorosos hechos de sangre marcaron irremediablemente la existencia de algunos miembros de la comunidad. Estos hechos, en su momento, fueron irreparables, ahora debemos establecer una línea de acción global que nos permita asegurar la vida y los bienes de los miembros de la comunidad
No podemos aceptar la impunidad con que se desarrollan actos delictivos en el campus. Es urgente que se tomen las medidas convenientes para detener la sangría que la Institución está sufriendo. Tampoco es aceptable que se tomen medidas extremas que se pueden convertir en una vertiginosa vía de deterioro de las condiciones de convivencia
Es nuestra responsabilidad poner límite a este tipo de situaciones. Las autoridades de la Universidad Autónoma Metropolitana no son policías ni lo pretenden. Defender el patrimonio universitario es una tarea común. En los Consejos Divisionales se deben iniciar los trabajos para que asuman plenamente la responsabilidad reglamentaria que les compete. En la aplicación de las medidas que ahí se definan contarán con todo el apoyo institucional necesario. Lo urgente es tomar medidas y de ninguna manera permitir que la Institución quede indefensa.
En lo que se refiere a la vigilancia en las áreas comunes el Consejo Académico debe establecer los lineamientos básicos de funcionamiento en dos sentidos: para impedir que hechos de violencia que han lesionado a los miembros de la comunidad se vuelvan a repetir y para detener el deterioro de la convivencia universitaria. Reconozco que esta es una materia delicada, pero no por ello podemos excusarnos del cumplimento de nuestra responsabilidad.