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Nación y Universidad
La Nación está inmersa en modificaciones económicas, políticas y culturales que ocurren a escala mundial. Hoy como nunca los cambios, tanto globales como nacionales, son hitos que nos obligan a revisar y modificar los preceptos que anteriormente definieron el trabajo en aulas, laboratorios, foros y dependencias administrativas; la velocidad con que la información fluye en nuestros días difiere sustancial mente del ritmo de antaño y conforma un panorama distinto.
Me interesa subrayar el aspecto positivo de estos cambios, pues resulta rico en estímulos y ofrece nuevas bases a la acción universitaria. Si la Universidad Autónoma Metropolitana y en particular, la Unidad Xochimilco ha pretendido desde su fundación establecer canales para una formación académica en la búsqueda de excelencia, hoy tal pretensión se potencia a la vista de las nuevas oportunidades.
Durante 1992 la tecnología, la industria y el sector educativo nacionales sufrieron el impacto del Tratado de Libre Comercio; no el de su vigencia plena -pues sabemos que aún no opera formalmente-, pero sí de las expectativas que ha generado y que ya nos influyen. Sabemos que las estructuras universitarias deben responder al desafío de situaciones cambiantes en el futuro inmediato y, en la medida de los recursos a su alcance, la Rectoría a mi cargo se ha propuesto modernizar los aspectos funcionales de la Unidad para ofrecer una alternativa que contribuya, dentro del panorama de la educación superior del país, con innovaciones y alcances al mejoramiento de las condiciones de vida de la población mayoritaria.
Para continuar con el desarrollo de los indicadores de excelencia educativa hemos procurado favorecer la formación humanista integral, fortalecer los programas de superación académica, así como los de investigación, servicio y preservación y difusión de una cultura; una cultura que hoy se encuentra ante los umbrales del siglo XXI. Una de las responsabilidades de nuestra institución es preservar y fomentar tales valores para que las generaciones venideras encuentren una referencia de identidad y una sólida base formativa e informativa.
El afán por prever y construir el futuro de nuestra Unidad ha sido una inquietud de la comunidad universitaria en pleno que este Consejo Académico asumió formalmente. El Consejo partió del supuesto básico de que tiene capacidad para delinear y construir el futuro en función del interés, la decisión y la orientación de acciones que ocurren en el presente. Esta inquietud cristalizó en la sesión 7.92, celebrada el 19 de noviembre, el 1° de diciembre de 1992, y el 20 y 23 de enero de 1993, con la aprobación del Plan de Desarrollo para la Unidad Xochimilco.
Plan de Desarrollo y Plan Rector
Nos hemos empeñado en conseguir que la marcha académica de la Unidad se base en el funcionamiento pleno de sus órganos colegiados, de manera que las decisiones de mayor trascendencia, las que demandan la participación responsable de todos los miembros de la Comunidad Universitaria, sean tomadas por los representantes que integran estos órganos. De esta manera los Consejos Divisionales efectuaron 31 sesiones en 35 reuniones, donde tomaron 435 acuerdos, y este Consejo Académico llevó a efecto siete sesiones en diez reuniones. Tomó 91 acuerdos, algunos de ellos, de gran trascendencia, como la aprobación del Plan de Desarrollo.
El Plan de Desarrollo se sustenta en las Bases Conceptuales de la Universidad AuJónoma Metropolitana Xochimilco, que en su oportunidad aprobó el propio Consejo Académico y que pretenden propiciar el avance en la construcción de nuestro proyecto académico a través de aproximaciones sucesivas.
El propósito fundamental del Plan de Desarrollo es instrumentar las estrategias que permitirán a la Unidad Xochimilco incidir en el futuro a través de su desarrollo y consolidación como proyecto alternativo en el ámbito de la educación superior. También se propone fortalecer su compromiso con las necesidades prioritarias del país mediante programas de docencia, investigación y preservación y difusión de la cultura.
Por otra parte, en el curso del año anterior dimos a conocer a la Comunidad Universitaria el Plan Rector de la Unidad Xochimilco, conjunto de proyectos de construcción para conformar una planta física adecuada a las funciones que realiza la Universidad estructurado en nueve etapas. Este Plan responde a la preocupación de resolver nuestros problemas de espacio y convivencia mediante una estrategia de avance en forma razonada.
El Plan Rector representa una expectativa sólida y viable para conducir los esfuerzos institucionales en el camino de eficiencia y calidad de la planta física y de los quehaceres universitarios; la coordinación para alcanzar y materializar las propuestas del Plan Rector garantizarán el intercambio de información y los avances tecnológicos; de esta manera la Rectoría a mi cargo ha encauzado su esfuerzo para conseguir una vida académica y administrativa plena, creativa y dispuesta al cambio.
Política financiera
La distribución del presupuesto en la unidad ha procurado conciliar todas las demandas dirigidas a obtener recursos que siempre resultan limitados. Ejercimos un presupuesto de $ 105,783,730 de los cuales $ 79,973,590 fueron de remuneraciones y prestaciones al personal y $ 25,810,140 de gastos de operación.
El propósito de racionalizar cuidadosamente los egresos que todas las instancias demandan a través de las diferentes partidas de ejercicio presupuestal es distribuirlos según un orden de prioridades y fortalecer el patrimonio universitario, tanto en bienes muebles e inmuebles, en mantenimiento de instalaciones y equipo, y en el pago de servicios.
En el diseño de la política de gasto se han analizado las demandas y los planteamientos de todas las instancias, como estrategia para centrar la atención en soluciones coherentes y realistas, y prever con antelación nuevas necesidades que eviten paliativos a los problemas cuya atención se rezaga.