RECTOR DE LA UNIDAD LERMA


Dr. Emilio Sordo Sabay
(11 junio 2014 -

Muy apreciados miembros de la Junta Directiva,
Dr. Enrique Ayala Alonso,
Mtro. Carlos Mario Pallán Figueroa,
Dr. Fernando Rojas González,
Dr. Óscar Alejandro Terrazas Revilla.

Dr. Salvador Vega y León,
Rector General de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Mtro. Norberto Manjarrez,
Dr. José Francisco F. Pedroche,
Primer Rector de la Unidad Lerma.

Estimados miembros de la comunidad, particularmente mis compañeros en Lerma.

México cuenta con un sistema de educación superior creciente, en el que la oferta de estudios superiores se va acercando a los jóvenes de escasos recursos en zonas tradicionalmente alejadas de esa oportunidad.

Tres lustros de programas para el Mejoramiento del Profesorado y para el Fortalecimiento Institucional han resultado en la mejora sustancial de las capacidades académicas de las universidades públicas, que se están consolidando en una cultura de evaluación y rendición de cuentas.

Sin embargo, estos esfuerzos no han sido suficientes. Todavía persisten problemas como la desigualdad en cobertura y calidad académica entre las diversas regiones del país, resultado tal vez de problemas como la desigualdad en cobertura y calidad académica entre las diversas regiones del país, resultado tal vez de problemas ancestrales de desigualdad e injusticia.

Adicionalmente, el cambiante entorno social, económico y político demanda mayores niveles de flexibilidad y adaptabilidad en un sistema de educación superior tradicionalmente rígido.

En este contexto, la Universidad Autónoma Metropolitana decide hace ya casi cinco años, comenzar la construcción de una nueva Unidad, en una zona de gran desarrollo económico e incuestionables requerimientos de oferta educativa pertinente y actual.

En este entorno complejo y dinámico, es importante reforzar nuestro papel de impulsores del desarrollo social, ofreciendo un espacio para la formación de nuestros jóvenes como futuros profesionales y como actores de la tan necesaria cohesión social, que les permita lidiar con las exigencias de un mundo globalizado en nuestro contexto nacional, fortaleciendo al mismo tiempo nuestra identidad.

Este compromiso con la sociedad, nos obliga además a mejorar la eficacia del gasto educativo asegurando el vínculo entre este y los resultados, por lo que debemos cuidar nuestras prioridades para mejorar la eficiencia del gasto en la mejora de la calidad.

El reto de contribuir a esta creciente demanda de espacios de educación superior de calidad es enorme, y la UAM lo asume con gran responsabilidad, aquilatando su diversidad institucional, experiencia y calidad académica para significar un hito en el desarrollo social y ambiental de la región.

Conscientes de dicha responsabilidad, la Unidad Lerma ha dedicado la mayor parte del esfuerzo en estos años fundacionales a pensar y estructurar un modelo educativo innovador, que renueva los paradigmas de trabajo disciplinar clásicos hacia una convergencia interdisciplinar, que ya es un sello distintivo de nuestra comunidad.

Viene ahora el momento de, con estas bases sólidas, impulsar el crecimiento sostenido de nuestra oferta educativa, combinando racionalmente planes de estudio innovadores con otros tradicionales pero de importancia estratégica para el desarrollo de nuestra nación.

El modelo académico de la Unidad Lerma tiene características que sin duda impactarán en forma significativa al sistema de educación superior nacional, tal y como lo hizo la UAM desde su creación.

Planteado en el documento justificativo de su creación, y reafirmado en los planes y programas de estudio iniciales, el principal rasgo de la Unidad Lerma es la transversalidad y la complementariedad, mismos que son determinantes para propiciar la convergencia interdisciplinar, tanto en investigación como en docencia, reconociendo que la fragmentación del conocimiento en múltiples disciplinas aisladas dificulta generalmente su comprensión sistémica.

La estructura institucional, dentro del marco impuesto por la legislación, debe así acompañar esta evolución de los paradigmas disciplinares clásicos hacia enfoques interdisciplinarios que posibiliten analizar correctamente las diversas problemáticas académicas y profesionales, a partir de la sólida base disciplinar que caracteriza a nuestros académicos.

El establecimiento de puentes interdisciplinarios y la identificación de traslapes en las fronteras de los distintos campos del saber, son retos que la UAM-Lerma ha asumido desde su arranque, y se continúan con entusiasmo por parte de nuestra Comunidad Universitaria.

Nuestros planes y programas de estudio garantizan perfiles de egreso con las competencias adecuadas para impactar a la sociedad en diversos ámbitos, desde el académico, hasta el laboral, pasando por la gestión de proyectos creativos para la mejora de la calidad de vida de nuestros compatriotas, todo ello unido a una concepción ética, humanista y solidaria con el medio ambiente y la sociedad, incluyendo una cultura sustentable del desarrollo humano en la equidad.

Desde luego, nuestra oferta académica debe ser sujeta a revisiones periódicas para ir mejorando su implementación.

Dentro de este enfoque de innovación y pertinencia, la UAM-Lerma pretende responder a una necesidad institucional y nacional de contar con más y mejores espacios de creación y reflexión artística, promoviendo la participación de las artes en la formación integral de los universitarios.

El fortalecimiento de planes de estudio enfocados a la formación artística, tanto en ejecución y creación como en desarrollo del conocimiento, irá desarrollando paralelamente una infraestructura de desarrollo artístico y cultural para la zona en la que se ubica.

Esto, sin duda, será uno de los aspectos más relevantes en términos del impacto social de esta nueva Unidad y de su aportación a la oferta académica general de la UAM.

Como en las otras disciplinas, estoy convencido que en nuestra oferta educativa de formación artística debe existir una combinación entre licenciaturas de gran demanda que satisfagan las necesidades sociales y licenciaturas de corte innovador que, aunque no necesariamente tengan gran demanda, sean de impacto estratégico en el desarrollo social.

Lejos de plantearse como una Unidad nueva, ligada a la institución únicamente a través de la estructura normativa, la UAM-L es una carta de presentación de la riqueza institucional, por lo que aprovechará las experiencias y actividades que se desarrollan en las otras unidades mediante una vinculación efectiva con las mismas.

Así, la Unidad Lerma al ser la primera fuera de la metrópoli, debe constituirse en un polo regional de proyección nacional del conocimiento, con un modelo dinámico, capaz de ser replicable en otros entornos y contextos, contribuyendo a la construcción de una nación que tenga una posición internacional competitiva a partir del fortalecimiento de sus raíces y tradiciones.

A los 40 años de su creación, la UAM ha desarrollado un rico acervo académico que, algunas veces con el formalismo y rigor propio de un texto editado, en otras en un formato más informal de apoyo electrónico a distancia y, al menos, con los años de experiencia en el trabajo académico de los profesores, siembran un potencial que se aprovechará cabalmente para ampliar su alcance, por supuesto, con la colaboración de mis colegas rectores de Unidad y nuestro Rector General.

En esta dirección ya se han realizado esfuerzos, que se verán redoblados en los próximos años.

La Unidad Lerma, así, iniciará un proceso de inclusión de la gran cantidad de información y experiencia de los procesos de enseñanza aprendizaje ya existentes en otras unidades, para que sus alumnos puedan ser receptores de este cúmulo de conocimientos formativos.

Un enfoque facilitador del acceso al conocimiento y planteando infraestructura innovadora, será fundamental para establecer ambicionas redes curriculares con las demás Unidades y con otras instituciones de educación superior, que coadyuven a una homologación cualitativa, dentro de la diversidad, de la oferta actual del sistema nacional de educación superior.

Como complemento a este esfuerzo de vinculación académica, la Unidad Lerma redoblará esfuerzos para conseguir la concurrencia de nuestros objetivos institucionales con la realidad y oportunidades de nuestro entorno socio económico, siendo una de las primeras opciones de educación superior en su entorno, insertándose en un ambiente de complementariedad y apoyo recíproco con las diversas instituciones de educación superior de la región.

La cordialidad e intercambio de ideas con universidades como la del Estado de México, con quien la UAM mantiene vínculos e historial de trabajo conjunto desde hace tiempo, es, pues, de suma importancia para asegurar la pertinencia de nuestros esfuerzos, así como la vinculación de los trabajos académicos a los requerimientos sociales y potencial de colaboración con el desarrollo industrial de la zona.

Un proyecto educativo sólido no puede ser ajeno a las necesidades de espacios adecuados para las actividades académicas. La UAM-L, trabajará en la revisión del proyecto de infraestructura planteado desde su arranque, para poder enriquecer el mismo con las experiencias adquiridas en estos años y con la visión actual y académica de nuestra creciente comunidad. Todos somos conscientes de la imposibilidad de contemplar todos los escenarios posibles de crecimiento de una institución como la nuestra desde el proyecto inicial, por lo que nos toca responsabilizarnos de asegurar la pertinencia y actualidad de un proceso de creación de infraestructura que debe crecer y modificarse orgánicamente con el desarrollo de la vida académica institucional, que será orientada, a partir de bases establecidas en los primeros años de su creación, por nuestra Comunidad Universitaria, con enfoques sustentables innovadores dirigidos al aprovechamiento inteligente y bioclimático de los recursos, así como planteamientos donde los avances tecnológicos permitan garantizar la seguridad y eficiencia de las instalaciones.

Finalmente, es indispensable plantear estrategias eficaces de seguridad para tener una Unidad “de tiempo completo”, con sistemas que den seguridad a nuestra Comunidad tanto dentro de la unidad como en las zonas aledañas.

Quiero enfatizar que, al hablar de una “Unidad segura”, debemos incluir también las garantías necesarias para que los proyectos de infraestructura que se desarrollen cuenten con las condiciones máximas de seguridad, análogas o superiores a los del sector industrial, así como la certidumbre de que las edificaciones sean congruentes con el entorno y localización.

No está de más advertir que nos encontramos en una situación única para ir incorporando los nuevos conocimientos y técnicas constructivas y arquitectónicas y así tener una unidad ejemplar en términos de sustentabilidad y aprovechamiento eficiente de los recursos naturales.
Es muy claro que la Unidad Lerma ha concentrado sus esfuerzos en plantear un modelo académico innovador acorde a los requerimientos de las complejidades que inundan las problemáticas a resolver.

Una vez establecido ya el fundamento académico, se ha de trabajar en el apuntalamiento y construcción de la estructura de gestión académica y administrativa que de soporte y certidumbre a las actividades de la Unidad.

Debe, así, definirse a la brevedad el Plan de Desarrollo Unitario, acorde con los marcos normativo y axiológico de la UAM, consensuado y apegado al espíritu del modelo académico que justificó la creación de la Unidad.

Este documento, sin duda deberá considerar las recomendaciones realizadas por los diversos miembros de la comunidad universitaria, dirigidas a superar las problemáticas tanto académicas como de infraestructura.

Una labor fundamental será, entonces, replantear las priorizaciones del Plan de Desarrollo de la Unidad, y estableciendo estrategias eficaces y consensuadas para alcanzar las metas que se plantean.

En este punto, juzgo muy importante señalar la gran necesidad de ir revisando constantemente la planeación de desarrollo de la oferta educativa, realizando un gran esfuerzo institucional conjunto hacia el exterior para lograrlo sin afectar al resto de las Unidades.

La UAM se organiza dentro de un régimen de desconcentración funcional y administrativa a través de sus Unidades, las cuales a su vez se organizan en Divisiones y Departamentos para cumplir el objeto de la Universidad.

Este modelo de desconcentración busca eficacia en la gestión universitaria, por lo que es indispensable, un espíritu colaborativo en el que las competencias de los diversos Órganos se complementen eficazmente.

La coordinación entre Órganos Personales es, por tanto, fundamental para una gestión eficaz y apegada al espíritu de colaboración universitaria e interdisciplinar que nuestra legislación promueve.

La Rectoría de Unidad es el conducto fundamental para lograr este ambiente respetuoso y de colaboración entre órganos e instancias de la Universidad, fundamental para un sano ambiente de trabajo y gestión universitario.

Temas propios y trascendentes de la agenda universitaria, tales como los proyectos interdisciplinares, la vinculación con los diferentes sectores, la optimización de la infraestructura académica y los recursos institucionales en un marco de planeación institucional no pueden tener éxito fuera de este marco de coordinación académica y administrativa.

En nuestra Unidad Lerma, en la que ya se cuenta con una Comunidad propia en desarrollo, es necesario la revisión constante de las estrategias de planeación en conjunto con los diferentes Órganos Personales y los diversos actores de esta Comunidad Universitaria, para asegurar el desarrollo coherente de las funciones sustantivas y la complementariedad en el ejercicio de las competencias establecidas en la Legislación.

Una de las labores de la Rectoría de Unidad es contar con estrategias efectivas de comunicación que hagan partícipe a la Comunidad de las acciones y decisiones que se van discutiendo y analizando y se refuerce la confianza en la Institución y sus Órganos, así como el sentido real de pertenencia e identidad universitaria.

En este orden de ideas, la normatividad administrativa debe coadyuvar al desarrollo eficaz de las actividades académicas de nuestra Comunidad.
Para lograr la eficiencia en el trabajo académico es imprescindible que la estructura administrativa vaya desarrollándose de acuerdo a los requerimientos y particularidades de una comunidad universitaria joven y en crecimiento constante. Esta estructura debe adecuarse e incluso fomentar la creatividad, y no limitarla.

La cercanía con la Comunidad Universitaria y los canales eficaces de comunicación son, pues, indispensables e involucran también a nuestros compañeros administrativos, quienes deben contar con óptimas condiciones de trabajo, y con las herramientas y condiciones idóneas para su desempeño, lo cual se consigue conociendo oportunamente las diferentes problemáticas laborales que vayan surgiendo y buscando soluciones y planteamientos frescos innovadores que coadyuven con una mejor dinámica en la relación laboral.

Todo lo anterior no tendría ningún sentido sin tener claro nuestro objetivo: hacer de nuestros alumnos unos profesionistas de excelencia con sólidos valores y compromiso social.

Sin lugar a dudas, las características y habilidades de nuestros alumnos han venido transformándose en un mundo globalizado y cambiante, con tecnologías antes impensables y ahora al alcance de la mano, y con problemáticas como el crecimiento de la inseguridad, entre otros factores.

Diversos aspectos como la procedencia, situación familiar, distancia, e incluso la etapa de su trayectoria universitaria, son aspectos que deben definir las estrategias institucionales orientadas a desarrollar al máximo sus capacidades en un ambiente de equidad. La universidad trasciende la simple generación y transmisión del conocimiento, y asume su responsabilidad sobre la formación integral de nuestros alumnos, la cual no puede ser efectiva sin conocer sus problemáticas.

En una Unidad en rápido y constante crecimiento, el desarrollo de servicios de apoyo a la comunidad estudiantil debe ser muy sensible a las necesidades diversas de la Comunidad. Los trabajos del Dr. Jorge Vieyra al frente de la Secretaría de Unidad han sido, sin duda, guiados por este espíritu, y tengo la seguridad de que seguirá siendo la guía del Ing. Darío Guaycochea, quien ha tendido la gentileza y generosidad institucional de aceptar ayudarnos con su experiencia e institucionalidad en esta labor tan importante.

Gracias Dr. Vieyra, Gracias, Darío.

La gestión rectora de la Unidad debe procurar que las condiciones en las que se lleva a cabo el trabajo cotidiano, tanto académico como administrativo, sean satisfactorias y motivantes para nuestra Comunidad. Esto no se limita exclusivamente al confort o belleza de las instalaciones, o la tan necesaria calidad y eficiencia en los servicios universitarios como la red, la cafetería, las actividades deportivas, la biblioteca o la infraestructura. El clima universitario también pasa necesariamente por aspectos relacionados con el comportamiento de las personas, con su manera de trabajar y de relacionarse dentro del ambiente universitario, de forma que se debe introducir en forma decidida la responsabilidad social como una característica que haga de nuestra comunidad una mejor fuente de egresados responsables y comprometidos con la sociedad.

Este aspecto de la vida universitaria debe ir abordándose adecuadamente a través de diagnósticos o estudios de clima laboral, que permitan recabar información valiosa y confiable de los miembros de la comunidad, sobre problemáticas prácticas que pudieran no detectarse o considerarse en su adecuada dimensión.

Estudios de esta índole serán un termómetro que nos permitirá conocer en forma objetiva áreas de oportunidad para la mejora de la salud emocional de todos los integrantes de nuestra comunidad, permitiendo tomar acciones para prevenir y corregir problemáticas detectadas, así como obtener sugerencias y propuestas de toda la comunidad, para poder llegar a un ambiente sano de equidad y respeto, y libre de hostigamiento y discriminación.

Esto coadyuvará con la formación de ciudadanos conscientes de la importancia de los valores de convivencia y respeto tan necesarios en nuestra sociedad.

REFLEXIONES FINALES
La Universidad Autónoma Metropolitana, posicionada ya socialmente entre las tres Instituciones de educación superior más importantes del País, comenzó a extender su alcance territorial con la creación de la Unidad Lerma. En lo personal, he tenido el privilegio de participar en las intensas discusiones que fueron formando la propuesta académica de esta Unidad, de presentar y defenderla ante Colegio Académico y de discutir en las Comisiones de dicho Órgano Colegiado la forma de mejorar los primero Planes de Estudio presentados por el cuerpo directivo fundador de la misma. En estos días de acercamiento personal con los diversos miembros de la comunidad universitaria he constatado la fuerza y entusiasmo de este grupo universitario fundador. El entusiasmo por nuestra Unidad y modelo educativo cristalizan en una actitud propositiva y creativa de toda la comunidad. Muchas áreas de oportunidad tenemos frente a nosotros en esta etapa de desarrollo de la Unidad, y es mi labor atenderlas cabalmente con la ayuda de todos para cumplir con el compromiso establecido con la sociedad como miembros privilegiados al servicio de la misma.

Mi agradecimiento a la gran labor realizada por el cuerpo directivo fundador:
Dr. Francisco Flores Pedroche
Dr. Jorge Eduardo Vieyra

División de Ciencias Básicas e Ingeniería
Dr. Homero Jiménez Rabiela
Dr. Philipp Von Bülow
Procesos Productivos
Dr. Ernesto Hernández Zapata
Recursos de la Tierra
Dr. Francisco Pérez Martínez
Sistemas de Información y Comunicaciones

División de Ciencias Biológicas y de la Salud
Dr. Mariano García Garibay
Dr. Rurik Hermann List Sánchez
Ciencias Ambientales
Dr. Genaro Cvabodni Miranda de la Lama
Ciencias de la Alimentación
Dr. Gustavo Pacheco López
Ciencias de la Salud

División de Ciencias Sociales y Humanidades
Dra. Patricia Gascón Muro
Dra. Mónica Francisca Benítez Dávila
Artes y Humanidades
Dra. Gladys Ortiz Henderson
Estudios Culturales
Dr. Natal Alejandro Martínez González
Procesos Sociales

Todos y cada uno de los que conformamos a la Unidad Lerma debemos mostrar nuestras mejores virtudes y capacidades, para con ello, fortalecer a este proyecto académico que tiene el potencial y capital humano para consolidarse en el corto y mediano plazo.

Cuento con su compromiso y trabajo, y ustedes cuenten con el mío, puesto que la tarea es de todos. La suma de todos los esfuerzos nos darán el reconocimiento que nuestra Unidad merece.

¡Es momento de comenzar a trabajar!