RECTOR DE LA UNIDAD LERMA


Dr. José Francisco Flores Pedroche
(09 octubre 2009 - )

Buenas tardes:

Doctor Adolfo García Sainz, presidente en turno de la Junta Directiva, Dr. José Lema Labadie Rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana, miembros de la junta directiva, rectores de las Unidades Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa y Xochimilco.

Directores de División, invitados de honor, colegas, alumnos, amigos todos.

Es para mí un gran honor el haber sido nombrado el primer rector de la unidad Lerma de nuestra Universidad Autónoma Metropolitana. Posición que acepto con compromiso personal e institucional y con la convicción de que la UAM puede ser cada día algo más y mejor.

Quiero iniciar estas líneas agradeciendo el apoyo y confianza de todas y cada una de las personas que se manifestaron, ante nuestro rector general y ante la junta directiva, para respaldar un proyecto que suena a sueño, a río que lleva renovación y a selva con murmullos multifacéticos, que en ocasiones y durante de la tormenta, pudieran sembrar el temor y la duda. Todas estas sensaciones se encuentran en el ambiente y en la comunidad, pero estoy seguro y algo más que seguro de que la tarea que desde hace algunos meses emprendimos y en lo particular la semana pasada, saldrá adelante con el respaldo de todos los que creen en la permanencia de la Universidad Autónoma Metropolitana como institución pública y autónoma. Gracias a mi esposa Karla por compartir muy de cerca esta esperanza.

Si me permiten, también agradezco a la novena de candidatos a la Rectoría de Lerma registrados, por el intercambio de ideas y la retroalimentación a nuestros proyectos sobre esta Unidad y por supuesto a los miembros de la terna la Dra. Patricia Gazcón y al Dr. Emilio Sordo por compartir un proceso interesante, enriquecedor y emocionante y de esta manera, hacer posible lo que parecía imposible: la creación de otra nueva unidad de la Universidad Autónoma Metropolitana.

Mi deuda con los miembros de la comisión nombrada por el rector general, pues en ellos encontré amistad, interés académico e ideas innovadoras en un ambiente de respeto, convivencia y frescura intelectual. El grupo de apoyo y soporte logístico fue determinante para concluir en tiempo y forma la tarea encomendada; a ellos, mis respetos y reconocimiento. A la Junta Directiva y al Dr. Lema por la confianza depositada en un servidor, esperando cumplir con las expectativas creadas.

La UAM como universidad pública ha representado en los últimos treinta y cinco años la alternativa para la formación de cuadros profesionales capacitados, el desarrollo de investigación de primer nivel y la posibilidad de difundir, entre la población, su quehacer en formas no tradicionales.

Nuestra Universidad ha fortalecido, mediante sus acciones, su condición de autónoma. La autonomía universitaria, componente de origen de las universidades públicas, es el refugio de mentes lúcidas y el incentivo para el surgimiento de ideas plurales, de formas de organización y toma de decisiones innovadoras. Su permanencia como símbolo institucional, que es ejercido con conciencia, debe ser defendido pues su valor social e institucional es extremadamente importante.

Esto, no puede entenderse sino desde la perspectiva de Universidad pública y con el carácter social que la identifica. Ambos manifestados en el bien social y en la posibilidad de participación de la ciudadanía.

La UAM se percibe como una institución en la que se ha podido integrar el espíritu, en el sentido más amplio, de una UNIVERSIDAD como reservorio de identidades, culturas y tradiciones, respetando la pluralidad y universalidad de conocimiento. Al mismo tiempo, también ha mostrado perfiles progresistas en la forma de organización académica y en la ponderación de sus diferentes tareas. La vinculación hacia el exterior, a nivel nacional e internacional, ha posibilitado el cumplimiento de su tarea social, el compromiso para contribuir en la solución de los grandes problemas que aquejan al mundo y la conjunción de esfuerzos para optimar recursos y recortar los tiempos de investigación y ejecución.

La UAM mediante sus órganos colegiados, máximas instancias de planeación, decisión y ejecución, permite la integración de los principales sectores de la comunidad para resolver problemas y plantear soluciones a los niveles de División, Unidad e institucionalmente en su Colegio académico. Estos elementos permiten la información, discusión y toma de decisiones de manera horizontal. Sin embargo, sabemos que todavía tenemos un camino que recorrer en los aspectos de representatividad, difusión de los acuerdos y seguimiento de las acciones recomendadas por cada uno de los órganos colegiados.

Todos estos elementos representan el corazón y la columna vertebral de la institución como un todo, una unidad integrada y armónica. Mediante su principio de desconcentración funcional y administrativa, la UAM ha mostrado una avenida importante a seguir al permitir que las Unidades académicas muestren la soberanía suficiente para resolver sus propios problemas, interpreten las políticas institucionales para adecuarlas a las comunidades, necesidades, posibilidades y principios de cada una de ellas; sujetándose por supuesto, a las disposiciones de la legislación de la Universidad Autónoma Metropolitana. Esto ha potenciado la diversidad de ideas, la discusión franca, el respeto a disentir y el desarrollo de modelos particulares –la diversidad en la unidad- para enfrentar cada una de las tareas sustantivas de nuestra institución.

Una de estas tareas es la formación de jóvenes mexicanos. Nuestra Universidad debe reconocer su compromiso para ampliar su capacidad para recibir más y mejores alumnos, diversificar los planes de estudio y fortalecer modalidades educativas centradas en el aprendizaje y solución de problemas. Reconocer y robustecer la adquisición de habilidades, y la mejora de actitudes y aptitudes. En estas acciones es importante favorecer la equidad, la calidad y la revisión periódica de la pertinencia de la educación superior en México. Únicamente mediante una educación e investigación de calidad, conveniente y adecuada a las condiciones y contextos regionales, nacionales y mundiales, generará conocimiento de vanguardia para alcanzar calidad de vida y mejorar la salud de este planeta.

En México existen regiones cuya relevancia cultural ha sido relegada o pasado desapercibida por distintas razones. Una de ellas es el valle de Toluca, también conocido como el valle de Matlazinco que posee una historia de más de 10 000 años. El Valle de Toluca es un área como muchas otras en nuestro país, beneficiada por la naturaleza con mantos acuíferos, tierra fértil y clima muy propicios para el desarrollo de la vida en sus diversas manifestaciones y la producción de alimentos. Los vestigios arqueológicos encontrados en localidades del valle muestran la historia de una vida en las diferentes etapas de su desarrollo desde el período preclásico, las guerras y conquistas entre pueblos autóctonos, la conquista por los españoles, el México independiente, los albores de la industrialización y su fortalecimiento en la actualidad.

En el aspecto cultural, la presencia otomí destaca con una variedad de manifestaciones cuyos reflejos podrán disfrutar, en un futuro cercano, en el diseño arquitectónico de nuestra Unidad Lerma. El valle de Toluca aun conserva mucho del saber y del sabor de la provincia mexicana entreverado con el progreso y la preocupación por mantener calidad de vida entre sus habitantes.

En este ambiente y por primera vez en la historia de nuestra institución la Universidad Autónoma Metropolitana decide fundar una unidad más allá de los límites de la ciudad de México, con la intención de compartir, estrechar lazos y aprender de un entorno diferente. Testigos somos de una era nueva en la UAM, una universidad que asume y reafirma su importancia y su papel a nivel local, nacional y mundial.

Esta Unidad académica cultivará las políticas y principios institucionales, y al mismo tiempo, construirá su carácter y personalidad que tanto los tiempos, las circunstancias como su comunidad decidan y permitan. La diversidad en la unidad y la unidad en la diversidad.

La Unidad Lerma nace en un momento decisivo para la UAM, la cual ha decidido como institución, repensar aspectos trascendentales para su vida y conservación, como son la discusión y modernización de la carrera académica de sus profesores, la modificación de sus planes y programas de estudio para actualizarlos conforme a las necesidades actuales e internacionales manifiestas en las Políticas operacionales de docencia y la búsqueda de nuevas formas de llegar al público para informar y crear conciencia de los grandes problemas que aquejan a nuestras colectividades, a nuestras regiones geográficas y a México como nación independiente. Así UAM-L tendrá una visión local o regional pero con perspectiva internacional.

La nueva Unidad será concebida bajo la óptica, no de trayectorias personales, no de proyectos individuales, no de repetición de conocimientos; sino bajo la alternativa de logros comunes, de investigaciones multidisciplinarias y con la premisa de construcción de alternativas, métodos y soluciones innovadoras que garanticen la continuidad de esta institución.

La Unidad Lerma formulará soluciones viables y congruentes a problemas generados por la creciente complejidad de los fenómenos sociales, productivos y ambientales a través de la visión de transversalidad y complementariedad siempre bajo una perspectiva integral, con compromiso y responsabilidad social, y con un estricto respeto al ambiente.

Debido a su ubicación geográfica, esta nueva Unidad, no puede negar su vinculación con empresas o instancias de gobierno federal o estatal. Este acercamiento deberá en todo momento respetar: la integridad y los objetivos de la Universidad como institución pública, los pilares de la ética académica y profesional, la no discriminación en todas sus manifestaciones y sobre todo la autonomía en la toma de decisiones sobre qué proyectos se desarrollan y cuáles son sus repercusiones.

El modelo departamental en Lerma será concebido como la interacción entre miembros de los distintos departamentos, no como la participación de disciplinas. Incluso la composición de los departamentos será plural, multidisciplinaria y bajo el principio de complementariedad. Las áreas académicas serán la semilla de la que partirán las iniciativas a ser consideradas como parte de los proyectos unitarios o divisionales.

La preservación y difusión de la cultura, materia que permite vincular a la universidad con su entorno, debe reformular sus estrategias de inmersión en el público en general, pero también en públicos especializados. El acercamiento con comunidades o etnias, que poseen culturas particulares y dominan una lengua indígena en peligro de desaparecer, merecerán un lugar especial en el plan de desarrollo de la Unidad.

Las tres divisiones y los nueve departamentos que han sido aprobados por el Colegio académico incorporarán en su planeación el deterioro ambiental y las múltiples formas de recuperar los ecosistemas alterados, incorporando la genética y la biología molecular; cambio climático y sus consecuencias biológicas, sociales y económicas; producción de energía renovable y alimentos con métodos no convencionales, que aseguren disponibilidad y calidad pero que consideren las posibles consecuencias de esto en la salud de los organismos. Temas importantes pero muchas veces divorciados de los saberes y prácticas culturales.
Por primera vez y explícitamente, se reconoce el arte como materia de trabajo en nuestra Universidad, un gran paso en una institución pública de nivel internacional. El arte como experiencia y como objeto debería encontrarse entre los emblemas de nuestra Universidad.

La Unidad Lerma como una Unidad más, tiene que sumarse y fundirse en el proyecto institucional de la Universidad Autónoma Metropolitana. Esta Unidad debe de participar, junto con sus Unidades hermanas, en fortalecer el propósito común de toda la UAM: que cada Unidad académica conforme una parte indispensable, complementaria y necesaria para lograr los objetivos expresados en la Ley Orgánica. La discusión sobre la vigencia y pertinencia de este proyecto institucional será tarea de los próximos años pero sin olvidar que las Unidades académicas son parte de un todo cuya trascendencia rebasa la suma de las partes.

Gracias por su atención y los invito a que juntos construyamos la UAM-Lerma.