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MODO DE CONCLUSION

El programa de mejoramiento institucional que se ha impulsado en la Unidad a lo largo de los últimos años y que ha tenido como vía de implementación la planeación integral y participativa, ha permitido entre otras cosas, desconcentrar el proceso de toma de decisiones hacia las instancias académicas y fortalecer su capacidad para orientar el rumbo de la vida institucional. Este es un logro de la participación activa y comprometida de la comunidad universitaria que nos ha beneficiado a todos. Por ello resulta fundamental que en los próximos años se realicen los esfuerzos necesarios para que la planeación y la presupuestación se conviertan en hábitos de nuestra comunidad y que estos procesos sean independientes de la gestión de los órganos personales.

Ha sido en los procesos sustantivos de toma de decisiones donde los profesores - investigadores tenemos ahora un papel de mayor protagonismo en la definición del destino de la Unidad. Este es un verdadero ejercicio de la autonomía universitaria.

Para la Universidad Autónoma Metropolitana 1992 y 1993 fueron años cruciales de cambio y ajuste Institucional. Se pusieron en funcionamiento nuevos programas orientados a fortalecer la permanencia de los profesores, se abrieron nuevos espacios para hacer más atractivo el trabajo, se diseñaron nuevas fórmulas reglamentarias y se modificaron mecanismos tradicionales de funcionamiento dirigidos a la superación de problemas y a la renovación de la vida académica de la Institución.

Este ha sido también un periodo complejo en la Unidad Iztapalapa. Se han alcanzado algunas metas y hemos diagnosticado muchos de nuestros problemas. Sabemos ahora que tenemos que hacer un esfuerzo permanente por mejorar en el desempeño de nuestras funciones y por ampliar el consenso de la comunidad universitaria alrededor de un proyecto académico de calidad que sirva de sustento para avanzar en el desarrollo de la Unidad. Somos más fuertes pues hemos sabido mirar con valor los problemas y deficiencias, somos más fuertes porque nos hemos puesto de acuerdo sobre como resolverlos y avanzar.

Este nuevo acuerdo tiene diversas expresiones a lo largo de la comunidad universitaria; está presente en los proyectos de construcciones de las Divisiones, en la forma como se discuten y aprueban las prioridades académicas y presupuestales en las áreas, Departamentos y Divisiones y en la búsqueda común de mejores condiciones para el trabajo académico de calidad.

Sin embargo, es necesario anotar que la Universidad está desarrollándose en un horizonte de dificultades donde está en peligro su vocación académica y parece estar siendo arrojada a actividades que son competencia de la iniciativa de los particulares, tales como la capacitación de la mano de obra para el trabajo y la generación de tecnologías productivas, aspectos ambos donde la Universidad puede colaborar pero no ser el actor principal. Asimismo, es importante estar alertas para que una sociedad cada vez más instrumental no acabe borrando los contornos académicos de la Universidad desvirtuándose así su función como promotor del conocimiento en las humanidades y las ciencias. Cabe mencionar también que el sistema actual no está dando opciones viables para el desarrollo acelerado de Instituciones Públicas de alta calidad académica.

El modelo de vida universitaria de la Unidad Iztapalapa se ha renovado. Ahora tenemos nuevos compromisos con la sociedad, nuevas metas académicas y una intencionalidad que está orientada por la voluntad de los profesores - investigadores que han participado en la generación de un nuevo consenso sobre el futuro del proyecto académico de la Institución.

Finalmente, quiero reiterar mi convicción de que la calidad debe ser la condición del trabajo académico serio y responsable que como Universidad Pública estamos obligados a ofrecer a la sociedad. Por ello en la Unidad Iztapalapa hemos impulsado un conjunto de acciones que buscan mejorar los servicios que prestamos a la sociedad. En principio estamos ya comprometidos con un proceso de autoevaluación permanente del desempeño de nuestras funciones y en un proceso de renovación de la docencia que mejore la calidad de la enseñanza superior y ofrezca a los estudiantes plantes y programas de estudio de mayor calidad, que reconozcan el avance de las diversas disciplinas y den respuesta a las demandas de profesionistas calificados que tiene la sociedad.

Estoy convencido de que la Unidad Iztapalapa hoy es más fuerte académicamente. Sus actividades tienen mayor solidez y hemos logrado fortalecer la diversidad del trabajo académico y nuestra autonomía para dirigir el desarrollo de la Unidad en el futuro. Me parece que hemos avanzado por el camino adecuado pero que no debemos asumir posturas triunfalistas que hagan relajar el esfuerzo de estos últimos años. Quiero alertar a la comunidad sobre la fragilidad de lo alcanzado. La vida académica es muy vulnerable y por lo tanto persistir en los proyectos, profundizar los cambios y defender nuestros logros ha de ser nuestra principal responsabilidad en el futuro. Lo que hemos logrado nadie lo hubiera hecho por nosotros, nadie lo hará en el futuro.

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