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IV. MANTENIMIENTO

Las instalaciones y el equipamiento estructuran las condiciones mínimas para el desarrollo de las actividades de la Universidad; preservarlas y mantenerlas es imperativo que conforme pasa el tiempo adquiere una mayor importancia.

Desde el año pasado se ha aplicado una intensa política de preservación y mantenimiento del equipamiento físico de la Unidad. Con ello se ha buscado cubrir los rezagos que durante años se habían acumulado. Ahora, la prioridad es organizar una estrategia permanente de conservación y mantenimiento de nuestro equipo e instalaciones que nos permita racionalizar las acciones en este rubro. Para ello, es necesario desarrollar un programa de conservación y mantenimiento a corto, mediano y largo plazo que nos permita ejercer con mayor eficiencia nuestros recursos y avanzar en el objetivo de ofrecer un servicio preventivo y no correctivo como desgraciadamente ocurre en la actualidad.

La preservación y el mantenimiento del patrimonio universitario es una tarea que corresponde a toda la comunidad. Es importante que todos nos preocupemos por cuidar y dar un uso adecuado a las instalaciones y al equipo. En algunos casos, como en el de los vehículos y del equipo de cómputo, ambos fundamentales para dar apoyo a nuestras actividades académicas, son considerables los recursos que se tienen que destinar para reparar daños que son producto de la negligencia o el uso inadecuado.

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