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IV. EL FINANCIAMIENTO DE LA UAM
El financiamiento de la Universidad es una de las áreas más delicadas que ocupan la atención de la Rectoría General. De la fortaleza financiera de la Institución depende la viabilidad de los proyectos académicos.
Diversificar las fuentes de recursos y mejorar los montos que se alcanzan en cada una de ellas ha sido un propósito permanente en cuya realización han colaborado los diversos sectores que conforman la comunidad universitaria. A pesar de las condiciones adversas, cada año hemos mejorado nuestro financiamiento, lo que es un logro del conjunto de la universidad.
Por decisión del Patronato de la Universidad, en el mes de septiembre se modificaron las cuotas a los estudiantes de primer ingreso. Con esta medida se busca recuperar, en el mediano plazo, la estructura original de los ingresos por concepto de cuotas estudiantiles. En este sentido, avanzaremos en el perfeccionamiento de los mecanismos de financiamiento educativo y en el establecimiento de un sistema de becas para estudiantes de escasos recursos.
Hemos garantizado, mediante el mecanismo de asistencia financiera, le permanencia en la Institución de todo aquél que no pueda cubrir la cuota correspondiente. Se ha establecido, así, un sistema equitativo que permite diferentes opciones al estudiante y a su familia. De cerca de cinco mil alumnos que ingresaron en el trimestre 91-O, diez solicitaron financiamiento para sus estudios.
En materia de becas, no se pudieron alcanzar los consensos necesarios en el interior de la comunidad estudiantil. Empero, prosigue la búsqueda de una fórmula que nos permita establecer mecanismos de apoyo y promoción para completar nuestro esquema de equidad para aquellos con mayores carencias económicas.
Continuaremos insistiendo ante el gobierno, que provee más del 95 por ciento de nuestros ingresos netos, en la necesidad de asegurar mayores recursos para la universidad pública. Sin embargo, en las condiciones actuales del país, consideramos importante convencer a la sociedad de la necesidad de que colabore, aún más, con la educación superior. Este es el sentido de las cuotas de colegiatura e inscripción.
El financiamiento de la Universidad ha entrado en una nueva etapa, se han realizado previsiones presupuestales de largo plazo y se están iniciando los procesos de reestructuración de las fuentes de financiamiento. El ejercicio de 1991 cerró con una composición de los egresos en la cual aumentaron notablemente los porcentajes correspondientes a activo fijo: 14%, y a gastos de operación: 21%, absorbiendo los salarios el resto: 65%. Como contraparte, la estructura deseable de ingresos, podría ser de un 50% de financiamiento del Gobierno, y la otra mitad integrada en un 25% con recursos de agencias diversas de apoyo a la investigación y la docencia, 5% de cuotas y 20% producto de ingresos propios, venta de servicios, derechos y propiedad intelectual.